Continúa represión
contra la comunidad de Rigores
La policía y el ejército persisten en la represión violenta contra los
pobladores de la comunidad de Rigores. En este momento policías y militares
catean viviendas y capturan pobladores de esa comunidad. Rodolfo Cruz, presidente
del Movimiento Campesino de Rigores nos informó que entre los detenidos se
encuentra uno de sus hijos, Santos Bernabé Cruz Santana, menor de edad -16
años- que fue sacado de su casa y “llevado al monte” y por las experiencias dolorosas
que han sufrido de los organismos represivos del Estado temen por la vida de
los capturados.
Las comunidades son sobrevoladas por helicópteros artillados en
supuesta búsqueda de “guerrilleros que utilizan a los campesinos” de acuerdo
a lo últimos informes de la policía y ejército, ahora involucrados en la
Operación Xatruch II. Otros miembros de la comunidad aseguran que a los detenidos
–muchos en sus casas- los han hincado y puesto armas en sus manos para tomar
fotografías.
Informan además que la policía y el ejército están destruyendo las casa
y otras instalaciones que los campesinos han reconstruido después del
violento desalojo que se produjo el 24 de julio recién pasado durante el cual
con buldócer destruyeron todo lo construido durante 11 años por estos
campesinos asentados por el Instituto Nacional Agrario (INA).
En esa oportunidad se encontraban miembros de organizaciones de
derechos humanos norteamericanas que les rogaron a los organismos represivos
que no cometieran actos de evidente barbarie porque con ello violaban
derechos de seres humanos que viven en ese lugar. Pero tal pedido no recibió
la respuesta apropiada y más bien apuraron las acciones de destrucción y
desalojo de los campesinos.
Los campesinos que liberaron el sábado recién pasado denunciaron que
habían recibido maltratos de sus captores y les había robado dinero y
celulares.
Esposas, padres y demás familiares de los detenidos nos piden que
intercedamos como organizaciones defensoras de derechos humanos para que le
entreguen a sus parientes que han capturado arbitrariamente y maltratado sin
justificación alguna.
Como FIAN Internacional Sección Honduras, hemos llamado a las oficinas
de la policía en Trujillo y nos han dicho que no pueden darnos información
porque lo relacionado con esos operativos está centralizado en Tocoa.
Llamamos a las oficinas de la policía en Tocoa y no contestan el teléfono.
FIAN Internacional Sección Honduras pide a las organizaciones de derechos
humanos y otras solidarias con las poblaciones campesinas afectadas
violentamente en sus derechos que reproduzcan acciones de denuncia e
incidencia política en el ámbito nacional e internacional con el propósito de
presionar al régimen para que detenga tales abusos.
Tegucigalpa MDC 19 de septiembre 2011
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