Post In:Publicaciones - Por FOSDEH -
Habiendo identificado la corrupción como uno de
los problemas fundamentales de Honduras y del denominado Triángulo Norte de la
Región Centroamericana, el gobierno Guatemalteco saliente ha realizado todos
sus esfuerzos para desmontar la Comisión Internacional
contra la Impunidad en Guatemala CICIG, al mismo tiempo en Honduras el gobierno se rehúsa a renovar el
Convenio para la continuidad Misión de Apoyo contra la Corrupción y la
Impunidad en Honduras MACCIH, proponiendo una Evaluación Internacional (sin mayores
interioridades conocidas) para una eventual suscripción con la Organización de
Estados Americanos. Entre tanto el nuevo gobierno de El Salvador indica que la
Comisión Internacional Contra la Impunidad en El Salvador (CICIES) inicia sus
operaciones en las próximas semanas.
En retrospectiva varios países de la región han
realizado esfuerzos por separar la pequeña de la gran corrupción (Petit
Corrupción y Gran Corrupción), bajo la idea que deben enfocarse los esfuerzos
de la ciudadanía hacia su erradicación comenzando con la gran corrupción y
posteriormente mediante multitud de acciones privadas y públicas, que inciden
en un anómalo funcionamiento global de las economías y del cuerpo social en sus
múltiples dimensiones.
En otros espacios se distingue entre la corrupción
política y la corrupción burocrática, donde la primera se refiere a los actos
ilegales de los servidores públicos de alta jerarquía y además, identifican la
corrupción burocrática donde servidores públicos de baja jerarquía quienes se
las ingenian para extraer rentas ilegales producto de la extorsión y/o
manipulación de los marcos legales existentes. Todas estas respetables ideas no
terminan de calzar de forma apropiada, con una percepción de índole sistémica
del fenómeno o con una verdadera extensa cultura de ilegalidad que se ha entronizado
en sociedades como la hondureña. Así para el caso, aquella corrupción que
significa expoliar el presente y que es sustancialmente diferente de la
corrupción que abarca y controla el futuro es a nuestro criterio, la de mayor
nocividad pues se constituye como hipoteca a treinta y más años, que debe ser
pagada por los inocentes de un país: los que no han nacido o por los niños y
niñas que hoy en completa indefensión, ignoran que tendrán que pagar cara la
energía futura que habrán de consumir, las carreteras por donde circularán o,
que tendrán que generar adicción a loterías y casinos para mantener la ilusión
de que podrán pagar todas las cuentas.
En perspectiva complementaria, existe una expresa
prohibición legal sobre el Nepotismo, pero todos los niveles jerárquicos,
incluyendo el presidente del Poder Ejecutivo o del Legislativo o Judicial,
promueven la participación de amplias constelaciones familiares copando gran
parte de los principales cargos públicos de Honduras y de los existentes en
organismos internacionales. Tal parece que la familia extendida del político
una vez ganada las elecciones, despliega un mapa de los cargos y funciones que
desempeñará y a su vez, el entusiasmado patriarca político les advierte que
tendrá que hablar con “el hombre” o con las autoridades del partido antes que
se abalancen otros y les dejen solo puestos menores. En ningún momento, ni el
político que goza adelantando los beneficios y privilegios futuros, ni tampoco
sus familiares advierten que existe una prohibición constitucional sobre el
nepotismo. La corrupción ha corrompido el sistema democrático aniquilando el
sueño de la meritocracia.
De igual forma, la burla de leyes fundamentales
como la Ley de Contratación del Estado forman parte del abanico de acciones que
año con año violentan la normativa legal vigente. Honduras podría tener una red
carretera tres veces más extensa que la existente, 3,700 km de carreteras
pavimentadas, debido a que es usual que las carreteras en Honduras cuesten dos
o tres veces más de lo que cuesta en otros países. Se ha normalizado la
corrupción mediante el recurso de hiper facturar los precios de kilómetros de
carreteras o de metros cúbicos de construcción de edificios. Por lo cual nos
preguntamos, ¿por qué ocurre? Los organismos encargados de prevenir y tratar
los asuntos de corrupción son en la mayoría de los casos, entidades que
responden a intereses partidarios y solo eventualmente a intereses de la
sociedad en su conjunto.
No puede dejar de señalarse que los ciudadanos
también son manipulados a creer que todo procede de mediocres procesos de
planificación pública o de errores descomunales en materia de supervisión física
y financiera. El Trans 450, el Aeropuerto Palmerola o el Centro Cívico
Gubernamental son ejemplos de una supuesta manifiesta incapacidad de
presupuestar los costos finales de tales obras y donde diversidad de
profesionales con maestría y doctorado de prestigiosas universidades estarían
siendo reprobados por no poder establecer el costo unitario del pavimento de
concreto hidráulico o asfáltico. Por tanto, siguiendo tal lógica es algo fácil argumentar
que la corrupción no existe y que se trata de un problema de aviesa percepción
ciudadana y, sobre todo, de manifiesta ausencia de verdaderos profesionales en
el campo de la ingeniería, administración, finanzas, etc.
Es decir, que habrían sendos y múltiples
escenarios sostenidos por el aparato comunicacional relacionados con la radio,
prensa y televisión, para evitar percibir el fenómeno como un modo histórico de
expoliación, un verdadero sistema alimentado por organizaciones partidarias y
agentes expertos (siempre en proceso de perfeccionamiento reactivo) que de
manera gradual habría venido incluyendo políticos de oposición, periodistas,
empresarios, militares, jueces, personas del crimen organizado y varios actores
del ámbito internacional.
Un importante aspecto metodológico del presente estudio
es que se trata esencialmente de una “estimación” y no el cálculo o
contabilización de la corrupción. La consignación de cifras en este estudio es
similar a la fórmula del PIB=Cg+Cp+Ig+Ip+X-M+-VE (donde PIB=Producto Interno
Bruto, CG=Consumo de Gobierno, Cp=Consumo privado, Ig=Inversión del gobierno,
Ip=Inversión privada, X=exportaciones, M=Importaciones, VE=Variación de
Existencias). Así, concentrándonos en el último término: +-VE (más o menos variación
de existencias) una contabilización o cálculo implicaría que el BCH visitara el
31 de diciembre todas las bodegas, todos los almacenes, todos los
supermercados, todas las pulperías para establecer si las existencias de bienes
son menores o superiores a las del año pasado.
Esto por supuesto nunca se ha hecho ni se hará
porque se acepta internacionalmente que se proceda por estimación, por tanteo
en base a indicios. ¿Cómo se estima el consumo de frijoles?, la respuesta es mediante
estudios de ingresos y gastos que se realizan cada diez años. En el caso
hondureño la última encuesta de ingresos y gastos se realizó en 1999. O sea que
en los últimos 20 años se “estima” que el consumo de frijoles puede por
supuesto, sobreestimarse o subestimarse. A las estimaciones les es inherente
este tipo de incertidumbre[1].
La decisión de estimar el monto global del
fenómeno de la corrupción en Honduras, además de ser una muy ardua tarea por el
carácter esencial de observar con dificultad siempre tiene la carga de un lado
deliberadamente perceptivo de una realidad arrastrada por un clamor
multitudinario de una ciudadanía asqueada de un statu quo que condena la
posibilidad de arribar a escenarios de bienestar generalizado, si todo
permanece igual. Esto último viene asociado al hecho que decenas de personas
manifestaron su disposición a colaborar aportando hechos y situaciones
deleznables para contextuar y precisar los hallazgos de este estudio.
En lo concerniente al procedimiento metodológico
cabe indicar de entrada, que no podría construirse una visión sistémica sin
mencionar a múltiples actores como agentes interesados en mantener un Statu Quo
que permita la permanente extracción ilegal de recursos de los bolsillos del
conjunto de la ciudadanía. Por lo cual es necesario delimitar el fenómeno en
tanto es imperativo asumir la operatividad de determinadas variables y
categorías del fenómeno deslindando aquello que corresponde a lo específico de
cada participante.
Se trata en no conformarse en establecer el perjuicio
global causado por la corrupción, sino principalmente establecer la
distribución entre agentes del “beneficio” o botín a lograr tras contravenir
estamentos legales y marcos y principios éticos y morales que configuran el
contrato social hondureño. Específicamente nos referimos al hecho de que el
mandamiento de “No robar” aparece en los principios morales y religiosos que
prevalecen en el conjunto de una sociedad hondureña que aglutina más del 90%
poblacional adscrito a una creencia religiosa.
La Corrupción transgrede de igual forma la
superestructura ideológica y promueve la ampliación y profundización de la
brecha entre el discurso y el real comportamiento de actores relevantes como la
mayoría de los políticos y de algunos dirigentes empresariales. La corrupción promueve
una disociación funcional en la esfera social en tanto que se vive en una
sociedad corrupta las 24 horas de cada día, pero se logra aparentar que todos
los actores se desempeñan de manera apropiada siguiendo principios éticos, morales
y religiosos.
Al final del documento se ha insertado un diagrama
reciente del FMI sobre una forma específica de concebir la corrupción. Se
comenta brevemente debido a proporcionar criterios para valorar las ventajas y
desventajas de estimar la corrupción en base a matrices de producción del
fenómeno y a sub matrices de asignación entre los diferentes tipos de agentes
participantes.
[1] Los expertos consultados coinciden, en más del
65%, que la estimación se encuentra subestimada debido, argumentan, al hecho de
que no se consigna: a) el saqueo sistemático de BANADESA, b) gran parte de las
pérdidas no técnicas de energía y c) el monto global de lavado de activos a
través del sistema financiero.
http://www.fosdeh.com/2020/02/estimacion-del-impacto-macroeconomico-de-la-corrupcion-en-honduras/?fbclid=IwAR0FmvLAxQCBvGTmteeXIuUoC6rWFd_XVi7Mi4yzy8wEzUuLTsNg8_lTR8k
Otras informaciones en FOSDEH
viernes, 7 de febrero de 2020
Estimación del Impacto Macroeconómico de la Corrupción en Honduras // Otras informaciones en FOSDEH
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario