CHOLOMA.- En el aula del sexto grado de la escuela José Trinidad Cabañas en la que hasta el viernes de la semana pasada eran 48 alumnos, ahora sólo hay 47 y el pupitre en el que Fanny Hernández, la niña de 12 años asesinada el martes en Choloma, se sentaba para recibir sus clases, sus compañeros lo mantienen vacío, como en espera de que ella llegue cualquiera de estos días para ocupar de nuevo su lugar.
“Sus compañeros están muy tristes por lo ocurrido a Fanny”, dice la profesora Glenia Rubio, quien fue la mentora de la niña desde que cursaba el cuarto grado. “Todos colaboraron con algo de dinero para los gastos del entierro; al grado que algunos se quedaron sin comer ese día y otro incluso fue a su casa para traer los cincuenta lempiras que tenía ahorrados”, agrega, visiblemente afectada.
Como una niña sencilla, alegre y siempre puntual la describió su profesora, quien señaló además su precocidad y su facilidad para hablar. “Yo diría que era muy adulta y más activa que muchas de su edad, aunque siempre la vi como una niña”, recuerda.
“No sé cómo se comportaba en la calle o en su casa pero aquí era muy ordenada y respetuosa”, dice.
La vio por última vez el viernes anterior, durante una excursión con sus 48 alumnos al parque infantil “Presentación Centeno” de San Pedro Sula. Ahí estuvo jugando fútbol un buen rato y todos pudieron comprobar sus dotes como deportista, los que la habían convertido en la coordinadora de esta área entre sus compañeros desde principios de año.
La vio por última vez el viernes anterior, durante una excursión con sus 48 alumnos al parque infantil “Presentación Centeno” de San Pedro Sula. Ahí estuvo jugando fútbol un buen rato y todos pudieron comprobar sus dotes como deportista, los que la habían convertido en la coordinadora de esta área entre sus compañeros desde principios de año.
El lunes y el martes no llegó a sus clases, lo que reclamó la atención de la profesora, que llamó a la tía con la que Fanny se había criado, para preguntarle, pero ella no sabía nada. El martes por la noche la tía llamó a la maestra para decirle que la niña aún no había aparecido. Al amanecer del miércoles encontraron su cuerpo sin vida y con signos de extrema violencia en un solar baldío.
Fanny destacaba en las matemáticas, una asignatura en la que resolvía rápidamente los problemas más complejos, y a la hora de realizar exposiciones orales de distintas clases era siempre una estudiante sobresaliente.
Esos son los recuerdos que conservarán de ella su profesora y sus 47 compañeros de la escuela. Y nada podrá explicar nunca por qué alguien decidió quitarle la vida a sus 12 años.
SU MUERTE
Fanny salió de su casa, en la colonia Rubí de Choloma, la mañana del martes y sus familiares no volvieron a saber nada de ella hasta el miércoles, cuando algunos trabajadores descubrieron su cadáver en un solar baldío, detrás de un parque industrial en la colonia Primavera. Tenía sus manos cercenadas y estaba semidecapitada.
Fanny salió de su casa, en la colonia Rubí de Choloma, la mañana del martes y sus familiares no volvieron a saber nada de ella hasta el miércoles, cuando algunos trabajadores descubrieron su cadáver en un solar baldío, detrás de un parque industrial en la colonia Primavera. Tenía sus manos cercenadas y estaba semidecapitada.
Editorial Honduras, S.A DE C.V | Honduras, Cortés, San Pedro Sula | 1ra. Ca
No hay comentarios :
Publicar un comentario