Por Jorge Capelán
Revista Correo
El siguiente texto fue
originalmente escrito para contrarrestar una campaña de propaganda
lanzada en Suecia y el resto de países escandinavos por operadores
tóxicos de golpe blando en curso contra el Gobierno Sandinista de
Nicaragua. Por eso contiene varias referencias a esa realidad.
Hasta hace muy poco, Nicaragua era un país ejemplar en Centroamérica, una de las regiones más violentas del mundo.
• Los índices de criminalidad estaban entre los más bajos de América Latina.
• El crecimiento económico, de entre 4 y 5%, era el segundo más alto de la región después del de Panamá.
• Era uno de los países de América Latina con mayor reducción de la pobreza absoluta y relativa.
• Era el único país de la región que producía el 90% de los alimentos que consumía.
• Era uno de los muy pocos países de América Latina y de todo el tercer
mundo que producía todos sus libros de texto a todos los niveles, desde
la primaria hasta la Universidad y la Educación de Adultos.
• Había logrado frenar el éxodo a los Estados Unidos.
• Se estaba convirtiendo en un destino turístico mundialmente
reconocido para viajeros en busca de paz, tranquilidad y experiencias
culturales sanas y amigables con el medio ambiente.
• Había alcanzado unos niveles de participación política de la mujer que solo se encuentran en los países desarrollados.
• Había logrado frenar a los cárteles de la droga y al crimen organizado.
En cuestión de semanas, esa imagen de desarrollo humano y sostenible en
medio de una región centroamericana plagada de miseria y criminalidad
ha sido seriamente dañada.
¿Por qué? ¿Porque hubo una rebelión popular contra un régimen injusto y tiránico? ¡No!
Hagamos el siguiente experimento mental:
Supongamos que un gobierno extranjero, por ejemplo Rusia, decidiera con
fondos inagotables y control de los medios globales de comunicación
financiar y articular una oposición al sistema vigente en Suecia
dirigida por el neonazi Movimiento de la Resistencia Nacional
(Nationella Motståndsrörelsen).
Supongamos además que un plan así
contase con el respaldo de TT (el cártel de los dueños de los medios de
comunicación privados) de los jefes más importantes de la Iglesia de
Suecia (Svenska Kyrkan) y de grupos criminales. Supongamos además que
cualquier reacción de fuerza de parte del Estado para impedir el colapso
del sistema democrático electo por sus ciudadanos fuese utilizado como
pretexto para justificar todo tipo de intervenciones y sanciones sobre
el país. Al cabo de suficiente tiempo nos encontraríamos con una
situación semejante a la que tiene lugar en Nicaragua hoy en día.
Lo que tiene lugar en Nicaragua no es una insurrección popular sino una
operación de cambio de régimen. El pueblo no tiene acorralado al
gobierno, sino que son grupos de extrema derecha apoyados por bandas
delincuenciales quienes desde hace semanas tienen secuestrada a la
población mientras que las fuerzas de la Policía Nacional tienen órdenes
estrictas de no abandonar sus instalaciones para reprimir la violencia
de los terroristas.
Lo que estos señores y señoritas presentes en
la reunión de hoy llaman “grupos paramilitares” son en realidad los
sectores populares movilizados en la defensa, no solo del sistema
político del país, sino de sus propios medios de vida.
Lo que
hacen los supuestos “paladines de la democracia” en Nicaragua es cortar
las carreteras impidiéndole a la gente ir a sus trabajos, a los
campesinos sacar sus cosechas, a los ancianos y enfermos salir a cobrar
sus pensiones o retirar sus medicamentos, a los niños y jóvenes ir a
estudiar.
Con bombas y armas de fuego amenazan a la gente, les prohíben
filmarlos con sus teléfonos celulares, los secuestran y hasta les cobran
“peaje”. Además saquean y queman bienes públicos, centros de salud,
escuelas, oficinas comunales y locales del Frente Sandinista.
Lo
que hay en Nicaragua no es una insurrección popular sino la resistencia
de todo el pueblo sandinista y no sandinista, contra un proyecto
diseñado por y para las élites financieras y poderosos sectores de los
Estados Unidos con el apoyo de sectores también poderosos de la Unión
Europea.
¿Quiénes están detrás del “golpe blando” en Nicaragua?
a) Sectores de la élite de poder estadounidense y europea.
• Lo que define a Nicaragua es su posición geoestratégica, controlando
toda la franja de tierra que une América del Norte con América del Sur,
además de permitir el paso del Mar Caribe al Océano Pacífico. Una
Nicaragua fuerte y próspera tendría una enorme influencia en las
relaciones mundiales.
• Desde hace 200 años, todas las potencias
con pretensiones hegemónicas sobre Centroamérica han comprendido que la
región debe estar dividida y ser pobre para poder controlarla. Esto es
especialmente cierto de Nicaragua, que es el país más grande y central
de la región: Una Nicaragua fuerte y soberana implicará una
Centroamérica fuerte y soberana. A esto siempre le han temido los
hegemones regionales, sean éstos México, Gran Bretaña o los Estados
Unidos. Por esto es que Nicaragua es el único caso de un país que,
siendo el más grande de su región, ha perdido territorio a manos de sus
vecinos más pequeños (Costa Rica y Honduras). Para que Centroamérica
pueda ser controlada, Nicaragua debe mantenerse pobre y en guerra. Los
Estados Unidos podrán aceptar la existencia de cierto Estado de
Bienestar en Costa Rica, pero jamás lo harán con Nicaragua. Por eso
desde el punto de vista doctrinal jamás aceptarán a un gobierno
sandinista. Por esta razón los planificadores del Comando Sur de Estados
Unidos desde hace mucho tiempo, incluso antes de que los sandinistas
retornasen al poder en 2007, tienen a Nicaragua en un lugar alto de su
agenda de prioridades.
• La ultraderecha de Miami. La Senadora
Ileana Ros-Lehtinen, el senador “cubano-americano” Marco Rubio y el
alcalde de Miami Francis X. Suárez, todos ellos repiten el mismo
discurso de los “insurrectos” en Managua. De gente como Ros-Lehtinen
(íntima amiga del fallecido Luis Posada Carriles, conocido como el
terrorista más peligroso de todo el hemisferio occidental por sus
campañas contra el pueblo cubano y otros pueblos latinoamericanos) se
puede decir que es la impulsora principal de la infame “Nica Act”, una
iniciativa de ley para que los EEUU veten todo préstamo a Nicaragua en
los organismos internacionales, iniciativa que es rechazada por la casi
totalidad del pueblo nicaragüense. De hecho, el actual presidente Donald
Trump le debe a estos sectores por los votos que le permitieron llegar a
la Casa Blanca.
• Mientras que la Unión Europea da crecientes
muestras de independencia con respecto a los Estados Unidos, las élites
de ciertos países, entre ellos Suecia, aumentan su dependencia con
respecto a las directrices imperiales. Esto lo hacen ya sea por motivos
ideológicos o por motivos económicos. No podemos olvidar que uno de los
principales operadores tras el golpe de Estado contra el presidente
Manuel Zelaya en 2009 en Honduras, el “cubano-americano” Tony Tavel, fue
gerente de Tigo, la telefónica de la familia sueca Stenbeck en
Centroamérica. Desde hace décadas la Agencia Sueca para el Desarrollo
financia redes antisandinistas en Nicaragua. La ex-embajadora en Managua
Eva Zetterberg llegó a decir, a propósito de un posible regreso del
Frente Sandinista al poder, que los nicaragüenses no eran capaces de
gobernarse a sí mismos, por lo que necesitaban de la “ayuda” de las
embajadas norteamericanas y europeas.
b) Colombia.
• Desde
hace 200 años Colombia ha tenido pretensiones hegemónicas sobre Centro
América. Gracias a la política de recuperación de soberanía nacional, el
Gobierno Sandinista logró reconquistar para Nicaragua en noviembre de
2012, tras un fallo de la Corte de La Haya, unos 90 mil kilómetros de
mar territorial que antes usufructuaba Colombia.
• En los hechos,
Colombia ha afianzado su presencia en toda Centroamérica comprando
empresas en varios países. Michael Healy, actual “líder empresarial” de
los fascistas insurrectos de Managua, no es un empresario nicaragüense.
Es Gerente General del ingenio CASUR (Benjamín Zeledón) en Rivas. Ese
ingenio fue comprado en un 60% por el grupo azucarero Mayagüez de
Colombia en el año 2014. De nada le sirve a Healy vestirse en la bandera
azul y blanco de Nicaragua cuando sus patrones son colombianos.
•
También para el narcotráfico y el crimen organizado internacional la
desestabilización de Nicaragua es un botín preciado. Sólo el año pasado
hasta inicios de diciembre se habían capturado 27 toneladas de droga en
Nicaragua. En el país se ha impedido el establecimiento de los cárteles y
de las maras, todo eso cambiaría de caer el Gobierno Sandinista. Por
todo ello no es ninguna casualidad que el colombiano John Jairo
Velásquez Vásquez, alias Popeye, ex jefe de los sicarios de Pablo
Escobar, aparezca en las redes sociales apoyando a la oposición a la que
asesora. Por cierto, el sábado 26 de mayo, el New York Times informaba
de nuevos cables diplomáticos que una vez más confirman los lazos del
ultraderechista y enemigo del sandinismo Álvaro Uribe con Escobar y el
Cártel de Medellín. Uribe, que rechaza frontalmente el fallo de la CIJ
que le devolvió su mar territorial a Nicaragua, es un poderoso
ex-presidente y su apadrinado Iván Duque se perfila como el próximo
presidente de Colombia.
c) La élite financiera local
•
Durante años la propaganda ha atacado al gobierno sandinista por
impulsar un modelo de consensos y alianzas con el sector privado, al que
había presentado como cómplice del gobierno sandinista en aras de los
negocios. Hoy, de la noche a la mañana, las cabezas visibles del
capitalismo nacional han hecho causa común con los insurrectos de la
ultraderecha. Esto es algo que hay que explicar. En realidad, ni esas
cabezas visibles del empresariado representan a la mayoría de los
capitalistas nicaragüenses, ni el sector privado capitalista es el
principal motor económico del país.
• La economía de Nicaragua
descansa fundamentalmente en los sectores populares que producen más del
50% del PIB y generan más del 70% del empleo en el país. Una fuente
importante de ingresos para Nicaragua son las remesas familiares, que
van directamente a ese sector de la economía. En Nicaragua hubo una
importante redistribución de la tierra producto de la revolución de 1979
y de los acuerdos de Paz de los años 1990. Hoy todavía 80% de la tierra
está en manos de pequeños y medianos productores mientras que en 1979
los propietarios de más de 500 manzanas controlaban la mayor parte de la
tierra. Además, desde el año 2007, el Gobierno Sandinista ha entregado
100 mil títulos de propiedad en el campo y la ciudad dando medios de
producción a sectores que no siguen una lógica económica capitalista.
Esa base económica hace que el 90% de toda la comida que se consume es
producida en Nicaragua. Además, hace que sectores enteros de la
economía, como el transporte e incluso la mayor parte del turismo, estén
controlados por cooperativas y empresas familiares. El sector privado
empresarial fue el que menos aumentó sus inversiones durante el gobierno
sandinista, habiendo sido el Estado y la Inversión Extranjera Directa,
así como el sector de la Economía Popular quienes más aportaron a la
inversión en el país.
• Los dirigentes del empresariado no
representan a los verdaderos empresarios, la mayoría de los cuales
quieren ver un país estable y próspero. La cúpula empresarial está
compuesta por individuos vinculados a las finanzas internacionales, las
empresas transnacionales o la mafia gerencial de las organizaciones de
empresarios. A esos grupos les tiene sin cuidado que Nicaragua sea
destruida por una guerra, ellos tienen sus fondos de cobertura y sus
sueldos de las multinacionales tras los cuales escudarse. Por ejemplo,
Michael Healey, actual vocero de los fascistas insurrectos es un simple
empleado de un ingenio propiedad de capitales colombianos. Asimismo,
José Adán Aguerri, presidente del Consejo Superior de la Empresa
Privada, COSEP, no posee empresa alguna aparte del propio COSEP. La
familia Pellas, que durante la Revolución de los 80s declaró la huelga
económica al Gobierno Sandinista y transladó todo su dinero a los
paraísos fiscales desde los que se dedicó a la especulación financiera,
vio aumentar su poder e influencia con la guerra que desangró al país.
Desde el Hospital (privado) Vivian Pellas hoy en día se envían cajas y
cajas de preservativos y “píldoras del día siguiente” para las orgías
que los chicos de clase media tienen junto con los pandilleros más
peligrosos de Managua en la Universidad Politécnica. Mientras tanto, la
Familia Pellas, que tiene el monopolio sobre el licor en el país, vive
del subsidio por medio del cual obligan al pueblo nicaragüense a pagar
más por el azúcar que su precio en el mercado mundial. Ese subsidio,
producto del entreguismo de los gobiernos neoliberales, ejemplifica el
modelo de Estado que esos sectores consideran “democrático”. Por último,
el empresario que primero que nadie se atrevió a expresar en público su
total apoyo a los insurrectos fascistas el sábado 21 de abril Cóen en
la Universidad Politécnica UPOLI, Piero Cóen, es el hombre más rico de
Nicaragua, jefe del grupo financiero Coen y séptimo capitalista más
grande de Centroamérica, según la revista Forbes.
• Cuando esos
sectores, tal y como lo dijo Michael Healey la semana pasada en diálogo
televisado a todo el país, expresan que están dispuestos a continuar con
los tranques y la violencia “como un precio necesario” para acabar con
el Presidente Daniel Ortega, lo que en realidad está diciendo es que no
les importa acabar con el empresariado en el país, porque están
afectando directamente a miles de pequeños, medianos e incluso algunos
grandes capitalistas interesados en invertir en el país. Están afectando
también a miles de extranjeros, especialmente norteamericanos, que se
han establecido en Nicaragua con pequeños capitales tratando de huir de
la crisis en Norteamérica y que han encontrado en Nicaragua un lugar
apacible, seguro y positivo donde hacer un proyecto de vida. Cuando los
violentos intentan incendiar los mercados, entre ellos el Mercado
Oriental, el mayor a cielo abierto en toda Centroamérica, están atacando
a todas las micro-, pequeñas y medianas empresas que son la base
económica de Nicaragua. ¿Quiénes pueden hacer eso, sino aquellos que
estén interesados en convertir al país en un paraíso del crimen
organizado y de intereses que nada tienen que ver con la nación ni con
la producción?
d) Las élites político-mediáticas y eclesiásticas locales
• En primer lugar, la Familia Chamorro que controla el cavernario y
rabiosamente antisandinista Diario La Prensa, junto con otros medios que
se presentan como “sandinistas renovados” y que desde hace muchos años
vierten todo tipo de veneno contra el gobierno. La propaganda que
publica el diario La Prensa, con sus rutinarios ataques personales y sus
afirmaciones no sustentadas jamás sería tolerada en Suecia. Por otro
lado, medios como Confidencial de Carlos Fernando Chamorro,
ex-sandinista y rutinario receptor de dinero tóxico de la USAID, desde
el Centro para la Información y la Comunicación (CINCO), se dedica desde
hace muchos años a la difusión de todo tipo de información tendenciosa
en contra del sandinismo. A toda esta infraestructura se suma una red de
radios nacionales y locales que con apoyo, tanto del gobierno
estadounidense como de gobiernos europeos, desde hace años se dedican a
subvertir de manera más o menos abierta el orden político del país.
• El medio tóxico “100% Noticias” de Miguel Mora, reclutado por la CIA
para oxigenar el desprestigio en el que estaban cayendo los canales del
tradicional antisandinismo rabioso de La Prensa y la Radio Corporación.
Desde hace ya cinco o seis años, corresponsales de ese canal de
televisión como Lucía Pineda (conocida como “La Chilindrina”) fueron
enviados a todo tipo de “prácticas” a los Estados Unidos. Formalmente,
Miguel Mora se definía a sí mismo como sandinista pero en sus programas
daba espacio a los grupos más violentos de la oposición, legitimándolos.
• Los traidores al sandinismo, representados principalmente por el
“Movimiento Renovador Sandinista”. Se trata de ex-dirigentes
sandinistas, muchos de ellos de raíces conservadoras, que aparentan
seguir una línea socialdemócrata pero que en la práctica son de
ultraderecha: En El Salvador estos “renovadores” han llegado a apoyar a
ARENA en contra del FMLN y en Honduras apoyaron a los golpistas contra
Manuel Zelaya. En Nicaragua, el año pasado su dirigente Margarita Vigil
fue a abrazar a Ileana Ros-Lehtinen, la "cubano-americana" amiga del
fallecido Luis Posada Carriles y promotora de la infame “Nica Act”. Son
grupos muy violentos en su oposición al sandinismo, no solo en su
retórica, sino también promoviendo todo tipo de actos armados. La
mayoría de sus dirigentes a nivel local no conocen ni siquiera la
historia de Nicaragua, mucho menos la de Sandino.
• Todo un
entramado de ONGs financiadas con dinero estadounidense y de la Unión
Europea. Desde hace muchos años han florecido en el país todo tipo de
“cursos de liderazgo” que en la mayoría de los casos han servido para de
una manera u otra preparar a los cuadros. En muchos casos, ONGs
internacionales como la Fundación Friedrich Ebert dicen trabajar con el
Gobierno de Nicaragua pero no es cierto, en realidad lo han estado
subvirtiendo. Otro ejemplo: cuadros dirigentes de OXFAM trabajan
activamente en las redes del MRS y sus conspiraciones.
• La
jerarquía y muchas de las estructuras de la Iglesia Católica, trabajando
abiertamente en contra de la línea del Papa Francisco, de promover el
diálogo y la salida pacífica al conflicto. Obispos como Moseñor Silvio
Báez han actuado como cabecillas golpistas llamando a los
insurreccionados a las armas y el Obispo Abelardo Mata de Estelí, que en
la primera sesión del diálogo prácticamente le hizo una declaración de
guerra al Gobierno. Por su parte, el jefe de la Conferencia Episcopal,
Cardenal Jaime Brenes, muestra total pasividad frente a la beligerancia
de sus obispos. Vemos monjas celebrar cuando los vándalos de la derecha
tumban Arboles de la Vida, estructuras de metal de 30 metros de alto que
alumbran las ciudades que al ser derribadas ya han ocasionado muertes
de seres humanos. Vemos vídeos de curas como el padre Carlos Rafael
Avellan del Municipio de Nueva Guinea o el padre Edwin Román de San
Miguel alentando a la gente a participar en marchas que todo el mundo
sabe no son pacíficas.
La base social de este golpe son sectores
medios, sectores del estudiantado, lúmpenes urbanos y bases
antisandinistas tradicionales.
El detonante del “golpe suave” fue
una reforma del sistema de seguridad social del país que tiene un
déficit de 80 millones de dólares que debe ser cubierto. La propuesta
del FMI y de la irresponsable dirigencia empresarial del país era subir
la edad de jubilación duplicando el número de años cotizados, reduciendo
una gran cantidad de costos y privatizando el sistema de modo que solo
los grupos con alto poder adquisitivo tuvieran derechos. La propuesta
del gobierno era de reducir las jubilaciones en un 5% aumentando
levemente la cuota de los asegurados trabajadores y aumentando
fuertemente la de las empresas y la de aquellos con los ingresos más
altos. La idea era la de salvar un sistema solidario e incluyente con el
aporte de todos pero especialmente de los sectores más pudientes. El
planteamiento del gobierno era de no subir ni la edad de jubilación ni
de aumentar los años trabajados.
Los empresarios se negaron a
cumplir su parte del trato aumentando sus contribuciones y los medios,
que de la noche a la mañana se convirtieron a la oposición más radical,
presentaron la propuesta del gobierno como una medida neoliberal, algo a
todas luces falso. De inmediato se produjeron protestas que fueron
contestadas de manera violenta por la Policía y por grupos de apoyan al
Gobierno.
Rápidamente, el tema de la reforma al sistema de pensiones fue
dejado de lado, pasando a hablarse de temas políticos, especialmente
del derrocamiento del presidente Daniel Ortega.
Lo que sucedió
los primeros días aún es materia de investigación. Es cierto que hubo
actos de violencia de los dos lados, pero también es cierto que la
Policía de Nicaragua nunca ha mostrado ser sanguinaria contra las
protestas sociales ya que su doctrina, surgida de la Revolución
Sandinista, se lo impide. En muchas ocasiones anteriores se han
producido grandes manifestaciones populares en Nicaragua pero el número
de muertes ha sido comparativamente muy bajo. Incluso, después de la
derrota electoral del FSLN en las elecciones de 1990, se dieron grandes
enfrentamientos en las calles entre grupos armados con fusiles de guerra
y lanzacohetes sin que desembocasen en masacres.
Causa sorpresa
el que se alegue, tanto de parte de la oposición como de parte de la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos (que por cierto ha mostrado
estar totalmente parcializada a favor de los manifestantes) que se ha
hecho uso de francotiradores en contra de las protestas. En ese caso, no
puede haber sido con el fin de dispersar las protestas sino de generar
aún más caos. Si el objetivo hubiese sido el de dispersar las protestas a
balazos, entonces la Policía debería haber disparado ráfagas
directamente a los manifestantes desencadenando masacres como la de
Tlatelolco en México, en 1969. En lugar de esto se habla de un número
indeterminado de muertes (según la CIDH, más de 60 o 70) a lo largo de
varios días de enfrentamiento. Si hubo francotiradores, no puede haber
sido de parte de los que querían aplacar las protestas, sino de aquellos
interesados en avivar la furia de los manifestantes.
Los
dirigentes de las protestas repiten y repiten su exigencia de que el
Estado retire a las fuerzas antimotines de las calles, pero el hecho es
que desde hace más de 10 o 12 días la Policía tiene órdenes estrictas de
permanecer acuartelada y solo salir para labores que no tengan que ver
con la represión de las manifestaciones. Demandan que se retiren las
“fuerzas paramilitares” que no son tales, sino dueños de negocios
defendiéndose de los saqueos y los ataques o pobladores que defienden su
derecho humano a la libre circulación. De hecho, en las últimas semanas
los pobladores de Nicaragua han estado a la merced de grupos de
vándalos y delincuentes que al caer de la noche cortan el tráfico,
roban, incendian y hasta buscan sandinistas para asesinar.
No es
cierto que los manifestantes movilicen a una mayoría de la población. El
30 de abril se dio la primera movilización de sandinistas desde el
comienzo de los disturbios y Managua se llenó de banderas rojinegras de
gente que de ninguna manera fue obligada sino que lo hizo
voluntariamente. Desde entonces se han sucedido las manifestaciones en
apoyo a la Paz y a favor del diálogo y del gobierno sandinista a lo
largo y ancho de todo el país. En Managua, día tras día se congregan
cientos y miles de sandinistas a defender la Rotonda Hugo Chávez en el
centro de la capital. Cada mañana en los pueblos y ciudades de Nicaragua
los pobladores amanecen desmontando barricadas y limpiando los
desastres dejados por los violentos. Durante la última semana en varias
ciudades del país los pobladores se han movilizado de distintas maneras
contra los tranques, lo que en muchos casos ha sido contestado con
violencia por los grupos de la derecha.
Un empeoramiento de la
situación en Nicaragua puede llevar a una desestabilización de toda la
región con el resultado de millones de migrantes, especialmente hacia
los Estados Unidos. La actividad del narcotráfico y del crimen
organizado se dispararían. Por eso es que solo sectores que piensan en
las ganancias a corto plazo pueden estar interesadas en desestructurar
al único país centroamericano que se movía en contra de la tendencia
general al colapso social y político que prima en la región.
¨
Tal
vez sea por esa razón que el Secretario General de la OEA, Luis Almagro
le dijo a los opositores que estaban buscando una salida no democrática a
la crisis y se negó a apoyarlos. Tal vez por esa misma razón la Unión
Europea esta semana se negó a darle su apoyo al “Movimiento Renovador
Sandinista”. Y tal vez por esa desesperación de saber que tienen el
tiempo en contra y de que el pueblo nicaragüense ya se está hartando de
ellos, que los operadores del “golpe suave” lanzan una ofensiva final a
lo interno y en el exterior.
Hay varias preguntas que hacerle a los señores que promueven el “golpe blando” en Nicaragua:
• Si ganaran, ¿qué piensan hacer con los cientos de miles, con los
millones, de sandinistas que hay en Nicaragua? ¿Creen que van a poder
controlar el país en caso de ganar? Si creen que son más y que tienen
mejores razones ¿por qué no van a unas elecciones, especialmente cuando
se les ofrecen todas las garantías, con observadores internacionales y
todo tipo de controles? ¿Será porque en realidad temen no poder ganarlas
limpiamente?
• Que digan claramente qué piensan hacer con el
país. Hasta ahora solo han repetido una y otra vez que son decentes,
limpios, democráticos… aunque en realidad el pueblo nicaragüense día
tras día compruebe que son lo contrario.
• Que digan cómo van a resolver el déficit del seguro social. ¿De qué bolsillos saldrá el dinero para cubrirlo?
• Que digan cómo van a evitar que se privatice el seguro social, un
negocio jugosísimo para la banca, con un millón de asegurados cautivos y
con la privatización de decenas de clínicas previsionales recuperadas
por el sandinismo. Que digan a qué precio piensan vender los hospitales
públicos modernos, construidos desde cero por el sandinismo.
•
Que le expliquen al pueblo cómo van a resolver esa alianza de defensores
radicales del aborto con antiabortistas de lo más conservador de la
Iglesia Católica. Que expliquen bien cómo funciona ese amor de hermanos
entre la ideóloga de los “renovadores” “sandinistas”, la poetisa
Gioconda Belli y su hermano carnal, Humberto, miembro del Opus Dei, que
cuando fue ministro de Educación de Violeta Chamorro lo primero que hizo
fue mandar a quemar las cartillas de la alfabetización.
•
Deberían explicar cómo piensan desarrollar la economía del país quemando
el Mercado Oriental y todos los mercados populares de Nicaragua.
• Deberían explicarle al pueblo cómo piensan hacer para evitar que a
causa del desempleo se vean obligados a vender las cien mil propiedades
del campo y la ciudad tituladas por el gobierno sandinista a favor de
los sectores populares, y que explique también cómo piensan cumplir con
las siguientes cien mil propiedades que pensaba titular el Frente
Sandinista en los próximos años.
• Que le hablen a la gente cómo
piensan restituir el acceso público y gratuito a Internet que con sus
protestas y sus ataques le han negado al pueblo.
• Que le digan a
todos los estudiantes universitarios que no participan en sus protestas
y que ya han perdido el año escolar cómo van a restituirles el derecho a
la paz, al futuro y al estudio.
• Que expliquen a los ancianos
que no pueden retirar sus medicinas por los tranques, que no pueden
cobrar su jubilación por las protestas, cómo los van a defender.
NOTA AL PIE
Causa tristeza constatar el silencio sepulcral de muchos de los
intelectuales de izquierda latinoamericanos (con pocas pero muy honrosas
excepciones) acerca de lo que sucede en Nicaragua. Les queremos decir
tres cosas:
• La primera, es que el que todavía crea que lo que
ocurre en Nicaragua es una rebelión popular, o padece de necedad
incurable o es un agente de los Estados Unidos.
• La segunda cosa
es que a nadie le hacen un golpe de Estado por lo que que ha hecho mal,
sino por todo lo que ha hecho bien. Si el Gobierno Sandinista se
hubiese comportado como un alumno aplicado del imperio (tal y como lo
pretenden algunos impostores de la ultraizquierda) entonces no veríamos a
los Ros-Lehtinen y a los Marco Rubios del mundo echando vivas a los
cuatro vientos.
• En tercer lugar, si intelectuales
revolucionarios de gran talla que mucho hablan en los foros
internacionales no son capaces de poner el grito en el cielo ante el
grave riesgo de que Centroamérica (y, por extensión, el Caribe) caigan
bajo el control de los cárteles de la droga y del uribismo, entonces
quiere decir que algo muy, pero muy fundamental sobre el proyecto de
liberación del Abya Yala está escapando a su comprensión.
Fuente: http://correonicaragua.org/…/texto…/74-que-pasa-en-nicaragua
---------------------
Jorge Capelán
Revista Correo
(505)2250 5741.
(505)87874390.
http://correonicaragua.org/
viernes, 1 de junio de 2018
¿QUÉ PASA EN NICARAGUA?
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