sábado, 3 de febrero de 2018

ORQUESTA MEDIÁTICA EJECUTA SIN ÉXITO “HONDURAS NORMAL”

 Febrero 3.2018 Tegucigalpa.-
  
  La crisis política que transita Honduras está pasando a un nuevo escenario. Por ahora y como siempre en las constantes crisis, se desarrolla una campaña a través de la prensa tradicional que naufraga en el intento de mostrar a propios y extranjeros que en el país todo está normal, tras la toma de posesión del cuestionado presidente Juan Hernández.

                          Este análisis, elaborado por Radio Progreso y el ERIC, con título “El gobierno de JOH”, advierte que Hernández podrá ser el mandatario de sus funcionarios y de algunos de sus seguidores, podrá ser el presidente de la Honduras que lo acompañó en “el Nacional”, pero no de la otra Honduras, donde está la mayoría de la población que lo rechaza.
                                                     
                                       El gobierno de JOH

La crisis política que vive Honduras está pasando a un nuevo escenario. Hay una campaña mediática en el país por hacer ver que todo está normal tras la toma de posesión del cuestionado presidente Juan Orlando Hernández. Y efectivamente en el país pareciera que todo está normal, pero basta con interiorizar un poco para darse cuenta que el rechazo hacia el fruto de la ilegal reelección presidencial de Juan Orlando Hernández, es alto y generalizado.

Además la persecución y criminalización de algunas caras visibles de la protesta social no ha cesado dejando ya a varios presos políticos. Además nunca será momento para olvidar a los caídos en esta crisis, a esas personas que se opusieron a ser gobernadas por la ilegalidad.

Juan Hernández podrá ser el mandatario del país pero no podrá ganarse el respeto y la legitimidad de la gente, será el mandatario de sus funcionarios y de algunos de sus seguidores, es decir podrá ser el presidente de la Honduras que lo acompañó en el estadio nacional pero no de la otra Honduras que lo rechaza.

Sin duda que su gobierno no será un gobierno que tendrá las facilidades para poder gobernar porque para hacerlo deberá comprar muchas voluntades, que bien lo puede hacer, pero esas voluntades son escasas y no alcanzaría para ganar la gobernabilidad que necesita. Le conviene seguir cumpliendo a cabalidad las directrices que se emanen de la política de los Estados Unidos.

Hernández es el presidente más deslegitimado de la historia y para sostenerse en el poder necesita de las armas, el chantaje y el soborno. Frente a él tendrá a una ciudadanía indignada, que se siente defraudada y robada. Esa indignación podrá sentirse en cualquier momento y en cualquier circunstancia.

Hay, cada vez más, una opinión generalizada de que este gobierno no podrá terminar sus cuatro años porque una dictadura, como la de Honduras, tiene patas cortas y no podrá llegar tan lejos como los sectores oficiales desearían.

El diálogo es la salida a cualquier conflicto. Pero debe ser un diálogo franco y sincero, con objetivos claros y con mucha voluntad política para implementar los frutos de esos diálogos, los acuerdos, deberán cumplirse para superar esta crisis.

Honduras necesita un diálogo efectivo, que busque soluciones pero no el diálogo que ha planteado el cuestionado gobierno Hernández que lo que busca, al final de cuentas, no son soluciones sino legitimar su fraude, su corrupción y su impunidad

La crisis política que transita Honduras está pasando a un nuevo escenario. Por ahora y como siempre en las constantes crisis, se desarrolla una campaña a través de la prensa tradicional que naufraga en el intento de mostrar a propios y extranjeros que en el país todo está normal, tras la toma de posesión del cuestionado presidente Juan Hernández.


Este análisis, elaborado por Radio Progreso y el ERIC, con título “El gobierno de JOH”, advierte que Hernández podrá ser el mandatario de sus funcionarios y de algunos de sus seguidores, podrá ser el presidente de la Honduras que lo acompañó en “el Nacional”, pero no de la otra Honduras, donde está la mayoría de la población que lo rechaza.

El gobierno de JOH

La crisis política que vive Honduras está pasando a un nuevo escenario. Hay una campaña mediática en el país por hacer ver que todo está normal tras la toma de posesión del cuestionado presidente Juan Orlando Hernández. Y efectivamente en el país pareciera que todo está normal, pero basta con interiorizar un poco para darse cuenta que el rechazo hacia el fruto de la ilegal reelección presidencial de Juan Orlando Hernández, es alto y generalizado.

Además la persecución y criminalización de algunas caras visibles de la protesta social no ha cesado dejando ya a varios presos políticos. Además nunca será momento para olvidar a los caídos en esta crisis, a esas personas que se opusieron a ser gobernadas por la ilegalidad.

Juan Hernández podrá ser el mandatario del país pero no podrá ganarse el respeto y la legitimidad de la gente, será el mandatario de sus funcionarios y de algunos de sus seguidores, es decir podrá ser el presidente de la Honduras que lo acompañó en el estadio nacional pero no de la otra Honduras que lo rechaza.

Sin duda que su gobierno no será un gobierno que tendrá las facilidades para poder gobernar porque para hacerlo deberá comprar muchas voluntades, que bien lo puede hacer, pero esas voluntades son escasas y no alcanzaría para ganar la gobernabilidad que necesita. Le conviene seguir cumpliendo a cabalidad las directrices que se emanen de la política de los Estados Unidos.

Hernández es el presidente más deslegitimado de la historia y para sostenerse en el poder necesita de las armas, el chantaje y el soborno. Frente a él tendrá a una ciudadanía indignada, que se siente defraudada y robada. Esa indignación podrá sentirse en cualquier momento y en cualquier circunstancia.

Hay, cada vez más, una opinión generalizada de que este gobierno no podrá terminar sus cuatro años porque una dictadura, como la de Honduras, tiene patas cortas y no podrá llegar tan lejos como los sectores oficiales desearían.

El diálogo es la salida a cualquier conflicto. Pero debe ser un diálogo franco y sincero, con objetivos claros y con mucha voluntad política para implementar los frutos de esos diálogos, los acuerdos, deberán cumplirse para superar esta crisis.

Honduras necesita un diálogo efectivo, que busque soluciones pero no el diálogo que ha planteado el cuestionado gobierno Hernández que lo que busca, al final de cuentas, no son soluciones sino legitimar su fraude, su corrupción y su impunidad

http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/2692-orquesta-mediatica-ejecuta-sin-exito-honduras-normal

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