jueves, 22 de febrero de 2018

Honduras: Ley del Empleo Doméstico es demagogia pura y un acto de iniquidad más del Partido Nacional

 Febrero 22,2018 / Redacción Criterio.hn
Por: Carlos Zelaya Herrera
De forma somera trasciende del Congreso Nacional de la República la aprobación en primer debate de un marco legal que reconoce y concede los derechos laborales para el empleo doméstico en Honduras, a propuesta de la bancada del partido nacional. 
                Ante todo, me alegraría que, de aprobarse dicha iniciativa legislativa, los presuntos “padres de la patria” que apoyan la misma expliquen a la población asalariada del país de dónde sacará dinero extra de sus bolsillos para suplir el ingreso y los derechos laborales al que las y los trabajadores de un hogar equis se harán acreedores

Siendo un asalariado más, la mayoría mal pagados, por cierto, veo una imagen de desempleo, más pobreza e inseguridad para los hogares y menores de edad de los que se encargan de acompañar.

Con tantas dificultades intento cavilar de qué estructura económica de miles de familias que perciben un pírrico salario saldrá ese dinero; qué han visto ustedes, señores congresistas para identificar y erigir su desventurada propuesta y más aún ahora que en las redes circula la intención que tienen los diputados nacionalistas de destinar el décimo cuarto mes de salario a la construcción de recreo vías, que solo interesan a la dictadura cachureca.
Qué les pasa insensatos, insensibles, en qué mundo viven ustedes porque a todas luces su “gran idea” es demagógica, vulgar, barata, carente de pies y cabeza. Y el pueblo, hasta cuándo continuará soportando tanta injusticia, corrupción e impunidad de la desgracia que desgobierna Honduras.

Cuánto gana cada quincena o mes una persona asalariada, el ingreso mínimo, el que se le antoje al patrono o lo que gana un burócrata de altos vuelos. Pondré mi familia como ejemplo.

Mi pareja es empleada pública desde hace 30 años, nunca ha recibido un aumento salarial y para mejorar en algo la casa que por 20 años pagó al ente de jubilaciones y pensiones, se ha tenido que endeudar con cooperativas y bancos para acomodar a tres miembros que conformamos el grupo familiar en ese espacio que es nuestro hogar.

Ha sufrido hostigamiento, estigmatización, sectarismo y visto el arribo de activistas del régimen de turno, sin formación alguna, pero cobijados por la administración, que fusionaron hasta tres plazas para completar un salario de unos 25 mil lempiras mensuales.

Pero sí ha vivido en carne propia el sectarismo político cavernario de funcionarios públicos liberales o nacionalistas, engordados con la corrupción e impunidad y hoy son prósperos “emprendedores”. 

En el sector privado persiste el mismo o peor panorama de iniquidad.

Con cuatro años casi de laborar nunca ha habido una mejora en el salario para la mayoría de empleados; en tanto otros, con 11 o menos años de bregar ahí, tampoco han gozado de la consideración económica y respeto a las leyes laborales.

Con la óptica de este régimen ilegítimo, ilegal y carente de equidad, solo los policías, militares, rescatistas y operadores de justicia, en una lista muy corta, tienen derecho a un buen salario, a una casa un tanto digna, a gozar vacaciones sin que esto no tenga más significado que un período de encierro involuntario en el hogar.

El resto es invisible y orbita en un limbo social gracias al mísero y servil enfoque de periodistas y medios de comunicación, obsequiosos con Juan Hernández Alvarado y los oscuros y egoístas intereses que éste representa.

Claro que el empleo doméstico merece respeto y consideración, de eso no existe ninguna duda, el gran problema es que de la misma correa sale para otros fines; una nueva faceta extractiva de los pocos recursos con los que cuenta la masa salarial cada mes y año.

Recuerdo una canción infantil cuya metáfora calza perfectamente con la demagógica con que estos diputados dan viento a esta medida. “Un elefante se balanceaba sobre la tela de una araña y como vieron que resistía fueron a llamar a otro elefante”, así, exactamente de imposible para la actualidad económica que vivimos la mayoría de los hondureños se asimila la propuesta de los nacionalistas.

Cuántos patronos respetan los derechos laborales y el salario mínimo; cumple el gobierno las demandas vencidas y derechos laborales en todas las instancias de la Corte Suprema de Justicia por despidos injustificados; cuándo fue la última vez que hubo un aumento general de salarios en Honduras.

Si el régimen dictatorial sanciona esa iniciativa qué va a pasar si el que contrata el empleo doméstico ya vive en precarias condiciones; qué hacer con el aumento constante de los productos de la canasta básica; del imparable ascenso de la factura de energía eléctrica; pago de impuestos e incluso, del mal llamado canon de guerra que imponen en barrios, colonias y comercios las maras y pandillas, engendros del modelo neoliberal.

Señores congresistas, expliquen cómo haremos los ya atribulados trabajadores de Honduras, porque, así como plantean las cosas vamos a mayor desempleo, riesgos innecesarios de menores por falta de compañía o resguardo y una puerta más que se abre a la necesidad de delinquir por un mendrugo.

Como bien entona el canta autor cubano, Silvio Rodríguez: “Si alguien roba comida y después da la vida qué hacer. Hasta dónde debemos, practicar las verdades, hasta dónde sabemos…”. Las familias de Honduras ya no podemos más, el ingreso no ajusta para necesidades básicas y mucho menos para un rayito de sol de ocio sano y ustedes, “padres de la patria”, vienen a engolosinar con quimeras a tanta gente que al igual que el resto de trabajadores estamos ya jodidos.

Por una vez en la vida pónganse a trabajar con amplia y justa visión en favor de las mayorías, de la clase media que con esto recibirá el golpe de gracia en la línea de flotación de la economía de millones de familias en este desventurado país.

Saquen el corazón de la venta de vísceras en donde lo tienen; y el cerebro del envoltorio de papel celofán en donde lo conservan desde que lo recibieron. Estrénenlos y tendrán el beneplácito y reconocimiento del pueblo en general.

https://criterio.hn/2018/02/22/ley-del-empleo-domestico-demagogia-pura-acto-iniquidad-mas-del-partido-nacional/ 


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