domingo, 14 de enero de 2018

HONDURAS: “¿POR QUÉ NO MATAN A ‘MEL’?”


Cuando un líder se ubica en el frente de la lucha social y tira adelante su propia vida, el pueblo se identifica, lo sigue y le retribuye respeto; Manuel Zelaya, le ha enseñado a este pueblo una verdad irreversible, a no temer, eso alarma los retorcidos cerebros de ciertos parásitos “poderosos” que, a solas y brindando con su cártel preguntan con nervios asesinos, ¿por qué no matan a “Mel”?

Salvador Nasralla también estuvo ahí en la calle, sin miedo, frente a los militares irracionales y represivos, y la gente lo abrazó; Luis Zelaya contestó con la dignidad de un Presidente por alusión a Honduras en palabras de Trump: “políticos y presidentes de mierda, eso es lo que hemos tenido en el país”.

En tanto, Juan Hernández, se esconde en un estadio a gritar que ganará en el 2022, sin medios de comunicación, en secreto lanza a los militares a la ciudadanía, sin pueblo, solo él y los generales. Señor presidente renuncié…  

Reflexión
EL LIBERTADOR /  

Gira el pomo de la puerta y se encuentra al empresario en su silla mullida, reclinado, la decoración como es habitual, una foto de la familia, otra del Papa y la del Che o Fidel, acumuladas de cuando fue joven; en el reflejo de los lentes se capta el momento que Manuel Zelaya Rosales es empujado por un militar –¿Por qué no matan a Mel?, pregunta aquel hombre pálido, de estructura física débil y mirada dura; luego autoafirma –“Así se acaba el problema”. La voz de quien acaba de entrar responde    –Señor, eso se puede hacer, pero ¿Está dispuesto a seguir matando después de eso?

Solo las risas de las hienas que se revuelcan en sus porquerías desde las entrañas de la prensa tradicional suenan en el televisor… A la derecha e izquierda caen las bombas lacrimógenas en Tegucigalpa, esto fue ayer frente a la abandonada Casa Presidencial; los jóvenes están adelante “¡No se detengan!”, levantan láminas como barricadas, el monstruo verde devorador de vidas esta al fondo y no dejan de disparar salvas, bombas y piedras –Unos vándalos extremistas de verdad-; de repente todo se calma, el pecho agitado de los manifestantes late fuerte, “Alto, alto” gritan del frente de la movilización, “Mel” va a ir a hablar.

Camina hacia adelante, ahí está el simbólico sombrero, con el que se identifican miles de campesinos de un país desdentado por las injusticias, avanza, avanza, los militares están asustados, los ojos rojos por el gas –supongamos—, va de frente el hombre de carne y hueso, disparan una lacrimógena cerca, él sigue avanzando levantando las manos como símbolo de paz, otra bomba, otro paso adelante, el ambiente se llena de humo, está enfrente, intenta hablar de derechos, el analfabeta militar lo empuja, la manada y las armas lo hacen sentirse fuerte, casi héroe nacional. La negociación fracasó, volvió la lluvia de piedras.
             
Manuel Zelaya Rosales es hoy el último dique de una sociedad harta y un sistema en agonía, conectado a la máquina artificial, ya no vive un día sin pulmón externo. Es el único político capaz de mover masas que fueron rezagadas por décadas y que hoy tienen casi diez años en las calles, golpe de Estado, Fraude 2013, marcha de las Antorchas y Fraude 2017. El pueblo con su millón de ojos se está moviendo de formas que alarman a los analistas, mientras el comunicador penco a cambio de la paga mensual, se burla de manera morbosa que golpeen a Mel, los intelectuales lo ven con precaución y temor. ¡Claro! se necesita educación para entenderlo, después de todo, el dinero no piensa por Usted, tampoco le da virtud de entendimiento.

Piense rápido, si la propuesta de Salvador Nasralla es bajar el Impuesto Sobre Venta de 12 a 15 por ciento, que significa que la población tendría mayor poder adquisitivo, es decir, que puede comprar más productos, cosa mejor para los empresarios, ¿Por qué un grupo de ellos apoyan a Juan Orlando Hernández?, ¿A qué se dedican sus empresas, que funcionan con consumidores sin dinero en la bolsa?

Durante estos años de lucha, el pueblo va identificando quiénes no están con él, los que son abusivos y quiénes son los lideres, los acumuladores de riqueza también aprendieron que si aguantan un poco, el gobierno nos colmará de riquezas, dos o tres veces de las que tienen hoy, véase los negocios después del golpe de Estado, entonces dejan de ser un grupo empresarial, para convertirse en una mafia y los grandes criminales saben que para hacer buenos negocios debe haber paz, menos los verde olivo que florecen en tiempos de guerra, ellos ganan siempre con la crisis.

La irracionalidad del poder, “Si yo quiebro, quiebra toda la banca nacional”, dijo el amenazante, Miguel Facussé y es aquí donde todo se torna peligroso. Manuel Zelaya tiene un peso histórico sobre su espalda, tomó la decisión de llevar la lucha por la avenida pacífica, para evitar derrame de sangre de un pueblo sufrido y humillado; sin embargo hay sangre en las calles y mucha. Lo que pasó ayer es simbólico, frente a miles de personas, a un hombre sin armas, con las manos arriba y que pedía la paz el militar respondió con un golpe en el pecho, no a Mel, a la gente que reclama un cambio; otro presidente para iniciar un nuevo camino, alejarse de la mierda y de políticos mierderos que producen traición y miseria en el parlamento.

El general Romeo Vásquez Velásquez, repite que salvó la vida al Presidente Zelaya, que la orden era asesinarlo, nunca dijo quién tiene semejante potestad en Honduras para ordenar a la máxima autoridad militar que asesine un Presidente. Sin duda, los nombres con ese poder en este territorio, no son muchos. Un día, esos que no son hondureños, pero ahora actúan como dueños de Honduras, entenderán –por las malas, muy malas, y ya no con gente que sólo resiste— que el mejor amigo del capital en nuestras tierras ha sido el hombre del bigote y el sombrero.

Si ayer o mañana una bala, “por error”, fuera disparada por un asustado soldadito de plomo y matara a ese hombre, las manifestaciones se detendrían, tienen razón en eso, se paparían porque morirá con él la ilusión para el pueblo de cambiar el país con un “Fuera JOH”, entonces en el siguiente enfrentamiento se le probaría la fe a los golilleros de hoy, a los fraudulentos y a los envalentonados.
            
Lean un poco acerca de qué le pasó a un dictador genuino como “Tacho” y aquellos tiranos que lo rodeaban ahí cerca en Nicaragua, varias veces preguntaron hasta que lo hicieron ¿Y por qué no matan a Pedro Joaquín Chamorro? Vayan a preguntar qué pasó con esos que eran más poderosos que cualquier rico de este país, están a tres horas en carro de Tegucigalpa a Managua.

Si un loco toca a “Mel”, la orquídea blanca caerá al suelo y el rojo carmesí la bañará, entonces no solo en los barrios marginales se llorarán los muertos, en Coyolito se colgará el chonguito negro de luto también y en TSI será permanente el listón por los amigos ya idos de Frente a Frente. Se puede evitar, ningún buen hondureño desea la muerte, aunque el luto tiene plato servido en la casa del pobre desde hace décadas.

Cuando un líder se ubica en el frente de batalla contra la tiranía y pone su vida en la balanza del destino por amor a su pueblo y su propia indignación, el pueblo se identifica, lo acompaña hasta el final y le retribuye respeto. Manuel Zelaya, le ha enseñado a este pueblo a no temer, y eso para el poder es peligroso. Salvador Nasralla también está en la calle, ayer la gente lo abrazó.

Luis Zelaya contestó con la dignidad de un Presidente, “gobernantes de Mierda”, es lo que hemos tenido en el país, en respuesta a declaraciones de Trump. En tanto, Juan Orlando Hernández, se esconde a provocar en un estadio, grita que ganará en el 2022, sin medios de comunicación, sin pueblo, solo él y los militares. Señor presidente renuncié… Váyase, no atrase más nuestro viaje como pueblo, no podemos parar más  nuestro desarrollo por una persona. Ni juegos ni caprichos, ya perdimos 500 años.   

http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/2646-honduras-por-que-no-matan-a-mel

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