REFLEXIÓN
EL LIBERTADOR / Publicado: 16 Diciembre 2017
Entonces
era 2015 y las antorchas iluminaban las calles sombreadas de Honduras,
la consigna era responder ¿Qué te Indigna?, un joven entre la multitud
se hizo camino al frente, colocó un rotulo que decía: “Porque fui con mi
padre enfermo al Seguro Social, no había medicinas y murió.”; la gente
hizo silencio y cantaron el Himno Nacional.
Honduras
arde en llamas hoy, ayer en 2009, hace 100 años, hace más de 500 años.
Donde los hijos de los pobres son los que mueren antes de llegar a los
cinco años y los fuertes que sobreviven, sólo les espera las barracas
militares o seguir la ruta del migrante, donde sobre sus huesos crecerá
el Producto Interno Bruto (PIB) o la gran producción nacional que jamás
hizo el grupo político y antisocial del Cohep.
Los
que han incendiado el país son los maquinadores nocturnos, esos que
desean vender Honduras con la camiseta puesta de la selección comprada
en Diunsa-Ficohsa; quienes durante más de 100 años no han construido un
teatro y le han negado las luces de la ciencia a una sociedad cansada y
molesta.
Tan
indignada del circo partidario, de títeres políticos y de los que roban
el capital a la nación, que sólo necesitó los últimos dos procesos
electorales para destruir el centenario bipartidismo, y decir “No Más”.
El 28 de junio de 2009 pidió la eutanasia el viejo Partido Liberal, ese
mismo año en los comicios se le extendió la defunción y, el reciente 26
de noviembre, oficialmente, murió el Partido Nacional.
La
historia contada del empresario que se esforzó y alcanzo el “éxito”, es
un mito, no encontraron la piedra filosofal, pero si la fórmula de
convertir todo en mercancía, Camellos mal agradecidos, caminaron
descalzos en el desierto, desterrados y humillados por Turquía, en
nuestras tierras les dimos cobijo, idioma, trabajo y dignidad que no
tenían, y ahora nos reparten como fruta muerta. ¡Dignos hijos de
Tartufo!
Ustedes
no son empresarios, son acumuladores de riqueza, la gran banca nacional
apenas emplea 20 mil personas, ni siquiera estudiaron, sólo necesitaron
un criollo corrupto como Callejas y otros traidores en la Presidencia,
que les abrió la alcancía pública y ¡puff! Magia, pocos cruzaron una
universidad, ¿Qué saben de una Tasa Interna de Retorno?, ¿Qué saben de
competencia? Pero si saben apropiarse de la casa de la casa que les dio
posada, ver repartición de CONADI, sólo un ejemplo.
Asesinaron
nuestras culturas a través de sus medios tradicionales de comunicación,
–que la verdad ya no le sirve mucho tanta telenovela y basura para
desinformación— ahí dicen que “somos un pueblo pacífico”, como sinónimo
que aguantamos todo o que los hondureños somos pendejos, ¡”señores”!, se
entiende porque nunca en sus oficinas se escucha “Walkürenritt o Ritt
der Walküren” de Wagner, jamás en sus escritorios hay una copia de “Los
Miserables” de Víctor Hugo, o de “Espartaco”, la más bella historia de
libertad de la antigüedad.
No
hablen de izquierdas ni de derechas, nada de eso hoy existe aquí, eso
es cultura, simple barbarismo mal aprendido por ustedes, conceptos que
no entienden. Ustedes tienen en llamas al país.- Hoy Honduras –tenía que
ser así- un hombre como Manuel Zelaya, está al frente en las calles, un
pacifista, un día lo añorarán; esta tierra ustedes la han vuelto fértil
y, si no paran sus abusos, parirá un nuevo hombre, uno que surgirá de
los pobres, tendrá educación y conciencia, donde ya no podrán negociar o
reírse, porque sus raíces estarán con nosotros y volverán al desierto.
Hoy
el hombre que tiene un trabajo medio, sin pelo en el rostro, corbata y
de habla afeminado a introyectado a su amo, mira con miedo, en el
ambiente climatizado de la oficina, la fotografía de un carro militar en
llamas y los llama “revoltosos”, ¡Hipócritas! Que esconden la gráfica,
donde un hombre ha muerto a manos de un militar, lastimosamente
terminada la jornada, deja la oficina y regresa a su casa a la periferia
de la ciudad, rápido, rápido… porque los mareros controlan el lugar.
Y
la clase media, que se auto define así para aceptar la medianía,
acomodada y cobarde, envidia a los dueños de la empresa y menosprecia a
los pobres. No son clase media, simplemente gente indefinida en el mapa
político y social de su verdadero entorno demarcado por el miedo ser
pobre, como el maestro universitario incapaz de despertar en su alumno
el fuego del aprendizaje, no son Prometeo iluminando a la humanidad,
Ustedes obedeciendo a perversos, al poder, también han incendiado
Honduras corriendo a realizar los peores trabajos contra la sociedad.
Miopes
y mentirosos “analistas”, elaborados en la hipocresía de prensa
mercenaria –y otros no tan tarifados-, quieren engañar que esto se trata
de Juan Orlando Hernández, Manuel Zelaya, Salvador Nasralla o Luis
Zelaya, padecen Alexitimia, incapaces de identificar y expresar
emociones, ni siquiera se trata de un Fraude Electoral, montado por un
pésimo actor como David Matamoros Batson, sucio trabajo de bazofia.
No
se trata de JOH, no se trata de Nasralla, se trata de valores estúpido,
de respetar la voluntad del pueblo.- “Nunca ha de verse como normal lo
anormal”, que no se admita la decisión de pueblo no es natural, no es
cosa de Dios, no es un problema de elecciones, es un sistema político y
económico que colapsó, que tiene más del 60 por ciento de la población
en la miseria, uno de los peores países para ser joven, mujer, niño,
anciano, hombre, periodista, abogado ¡para vivir!, eso no es normal.
Este
pueblo ha decidido, los liderazgos irán cambiando, se gesta una
“revolución de Orquídeas”, necesitamos que el Tribunal Supremo Electoral
(TSE) se apure. Que haga lo que el mundo sabe que hará, en ese
instante, el pueblo que fue alegre a las urnas sabrá que ya no hay
camino, que el camino y la solución están escritos en la historia.- En
un colegio evangélico, un grupo de niños comienza a gritar “Fuera JOH”,
la primavera llego. El tiempo termina para los que incendian el país.
¡David, no hay ningún miedo, el pueblo está cansado, sabe tu decisión y
la de él, declará tu ganador!
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/2585-ustedes-vandalos-los-que-incendian-honduras
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