“Antes
cuando de verdad eras mi pupilo, eras liberal, y suscribías el precepto
básico del debido proceso, defendías el derecho a la defensa y el
principio de la presunción de inocencia. Escucho bien Omar”.
Rodolfo Pastor Fasquelle
EL LIBERTADOR / Noviembre 19,2017.-
El
Comité de Salud Publica ¿siempre termina guillotinándose solo? ¿Quién
custodia al custodio, y a ese, quien? ya se le preguntaba a Platón, en
la antigüedad. ¿Quién va a resguardar al guardián? Dices que soy tu
maestro, pues siéntate y lee. La rectora no te está enseñando bien. Se
les ha asignado una tarea prioritaria y difícil. Sin duda, hay policías
corruptos y hay que depurar a los que se les demuestre culpa. Pero la
corrupción no es solamente pedir coimas, Omar. Justificar el abuso de
poder a cambio de cualquier cosa, fama, oportunidades o poder es
corrupción. ¿Entonces a quien le toca depurar a los depuradores?
Antes
cuando de verdad eras mi pupilo, eras liberal, y suscribías el precepto
básico del debido proceso, defendías el derecho a la defensa y el
principio de la presunción de inocencia. Escucho bien Omar. El candidato
Nasralla nunca ha dicho que va a revertir la depuración policial ni que
va a reincorporar en general a los defenestrados, como aseguras cuando
lo atacas. Ha dicho (y estoy de acuerdo con el) que hay que monitorear
ese proceso, que luce inacabable y debilitante de la institución. Y
aunque probar la culpa es tarea del acusador ¿verdad? quien demuestre
que se le violaron sus derechos y se le infamó y castigó sin fundamento,
tendrá derecho al resarcimiento y reincorporarse. Eso es así, así debe
ser. Pero, si Nasralla no ha hecho más que defender los principios
liberales que suscribíamos tú y yo ¿qué pretendes hacer cuando increpas
–falseándolo– su mensaje?
Aseguras
que nuestro candidato atenta contra las instituciones republicanas.
Pero fíjate que –precisamente– este régimen que tan apasionadamente
defiendes, al que quieres que defienda la policía es el sucedáneo que ha
violado la constitución que les leías a los soldados golpistas en los
portones de la Presidencial, misma que prohíbe que se reelija Juan
Hernández y prohíbe que los Jueces de la Corte se lo permitan. Bajo mano
de JOH fue que perecieron las instituciones republicanas cuando se
violaron los derechos civiles, la independencia de poderes, la
representación en el sistema electoral. ¿En cuál República estabas
pensando?
Es
interesante escucharte, alegando inocencia. Implorando por tu honra y
la sensibilidad de tu familia. (Y yo te he defendido siempre diciendo
que no te venderías por dinero.) Porque tienes razón. Los señalamientos
basados en chismes y suposiciones son injustos y esa justamente es la
misma queja de algunos de los oficiales a los que han afectado. Pero me
queda claro que le estás haciendo el juego al régimen y entiendo por qué
la gente que te admiró como adversario del golpe y defensor de la ley,
te acusa hoy de colaboracionista. Porque sos, pues. Un activista.
Tus
declaraciones incontinentes se han degradado en descalificaciones de la
oposición y en aplausos y apoyos para el régimen de Hernández, cuando
contiende por la reelección, el contexto inmediato en el cual hay que
interpretar lo que dices. ¿Qué tu no andas en política? Ah ¡vaya pues!
El
mismo establecimiento de esa Comisión y todo el proceso de depuración
padecen el mismo problema de raíz que todo en el régimen de JOH, cuando
justifica los medios con los fines, contradiciendo el cimiento de la
ética. Y escapa a la legalidad.
Para
enderezar la trampa, le hacen trampa. Los opositores que tuvimos que
salir, regresamos amparados en un convenio internacional, nos
constituimos en Partido pacifico. Y luego el régimen nos persigue
promoviendo campañas de desprestigio e impulsando procesos judiciales,
con una fiscalía subordinada y una judicatura manejada. Si los
Magistrados de lo constitucional pudieran darle la razón a otro, pues se
los destituye aunque sea, como han dictaminado ya los tribunales
internacionales, ilegalmente.
Que
los empresarios no parecen pagar los impuestos que debieran, pues
entonces, inventan un impuesto presuntivo y cobran por la fuerza. Que
los estudiantes denuncian la pretensión de dejarlos sin voz ni voto,
pues a gasearlos y macanearlos y encarcelarlos. Y si los campesinos
quieren de regreso sus tierras y los indios no quieren dejarse arrebatar
sus ríos, pues hay que dejar que destacamentos de seguridad privada con
asesoramiento de la policía militar desactiven sus movimientos,
asesinando si es preciso a sus líderes.
Y
si no pueden darle independencia y fiabilidad al Ministerio Publico y
al sistema judicial para que juzgue a los policías… porque –entonces–
esas instituciones tendrían que actuar contra el cartel gobernante y
procesar a los saqueadores del Seguro, entonces, otra vez, crean una
Comisión que depure ejecutivamente reivindicando como merito personal lo
que debiera ser simplemente procedimiento legal obligado. Lo que dice
Salvador es que hay que restaurar el Estado de derecho.
Hace
tiempo sabemos que para sanear un sistema corrupto, tienes que empezar
por las cabezas. Y ahí está otro error. Porque las cabezas del sistema
de seguridad no son los comisionados ni los directores de policía, si no
el Secretario y el Presidente. Te he dicho hace meses que para sanear a
la policía antes hay que sanar al Estado y a su Jefatura y respondes
que esa es una tarea política para la que no tienes un mandato, y te vas
a limitar… a los de abajo. Pero no se puede pedir a los agentes que
sean honestos si quienes presiden los poderes unificados del Estado son
corruptos.
Y
resulta que a la hora de la elección, hoy si tienes ¿un mandato para
decirle irresponsable al líder opositor que no comparte tu visión? Al
fin y al cabo –Omar– también te enseñé que a los gobiernos los conocemos
por sus frutos. Ojala a largo plazo la depuración inspire respeto por
la ley y nos permita tener una policía eficaz. Dices que ha bajado la
tasa. Pero más de 70 mil hondureños han muerto en los últimos ocho años.
Los malvivientes siguen haciendo de las suyas y la policía no tiene
autoridad ni fuerza para detenerlos entre otras cosas también porque
está bajo asedio y prefiere hacer operativos.
Actuar
en forma sectaria desde la función pública es corrupción. Es corrupción
ocultar la verdadera identidad de un detenido para que la discrimine la
prensa tarifada. ¿No es corrupción purgar de la policía a los
simpatizantes de la oposición, si ni votan? ¿Intimidar y amenazar a los
opositores con la fuerza pública para que no ejerzan su derecho
fundamental no es? Van a esperar que protestemos un fraude imposible
para empezar a reprimir o ¿van a empezar cuando estemos celebrando con
un concierto de Los Guaraguao? Aquí entre nos… ¿por quién vas a votar,
Omar? ¡Qué pena, tu cabeza, rebotando ahí, en los silogismos de la
dictadura!
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/2521-honduras-analisis-dialogo-con-omar-rivera-y-escena-de-guillotina
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