Pedir perdón es reconocer el mal o el daño que se ha causado, pero no debe quedarse allí, debe ir acompañada de una promesa de reparar o sustituir lo que se ha hecho. Pedir perdón no es fácil, aunque tiene mayor valor si es por iniciativa propia, reconocer el error por sí mismo, que pedir perdón por una exigencia de alguna autoridad o condicionado u obligado a hacerlo porque de lo contrario se expone a otro tipo de señalamientos o sanciones.
El Estado de Honduras pidió perdón por el asesinato de Carlos Escaleras como parte del cumplimiento de las recomendaciones que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos dictaminó por las violaciones a los derechos humanos cometidas en perjuicio del ambientalista y sus familiares.
En julio de 2014, la Comisión concluyó que el Estado de Honduras es responsable por la violación de los derechos a la vida, libertad de asociación y derechos políticos en perjuicio de Carlos Escaleras; así como los derechos a la integridad personal, garantías judiciales y protección judicial, en perjuicio de su madre, esposa, hijos y hermanos. Ante este fallo, la Comisión recomendó al Estado de Honduras reparar dichas violaciones de derechos humanos, así como reivindicar la labor de Carlos Escaleras.
Para cumplir con este objetivo, entre varias acciones, el Estado se comprometió además a difundir un documental televisivo sobre la problemática ambiental en Honduras y la labor que desarrolló Escaleras como activista, dicha producción audiovisual se transmitirá en cadena nacional de radio y televisión. Además, el Estado de Honduras fue obligado a cambiarle el nombre del “Parque Nacional Montaña de Botaderos” para denominarlo “Carlos Escaleras” y a remodelar la Plaza del Centro de Tocoa la cual pasa a llamarse “Plaza Carlos Alfonso Escaleras Mejía”, donde se colocó un busto en su honor. Eso ya fue cumplido por el Estado.
Muy poco se conoce sobre el compromiso en la investigación judicial para establecer las circunstancias en que resultó asesinado Carlos Escaleras con el fin de castigar a todos los autores materiales e intelectuales del crimen.
Carlos Escaleras Mejía fue un destacado defensor del derecho del ambiente en las comunidades del Aguán. Fue asesinado un 18 de octubre de 1997. 20 años después la familia recibió el perdón público del Estado pero aclararon que ese acto no significa olvido del crimen.
El perdón público del Estado se da en momentos en que los defensores y defensoras en Honduras alzan su voz de protesta demandando su derecho a defender sin miedo, a ser respetadas y reconocidas como defensoras y defensores. Reclaman su derecho a ser protegidos por el Estado que 20 años después del asesinato de Carlos Escaleras los continua persiguiendo, criminalizando y hasta asesinándolos. Es momento que el perdón pase de ser un mero acto obligatorio a materializarse en la protección de la vida de muchos hombres y mujeres que luchan por un país para todos y todas.
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