viernes, 1 de septiembre de 2017

EL DILEMA DE LA OEA EN HONDURAS

La OEA está ante una enorme complejidad, por un lado ha aceptado la invitación del Gobierno de Honduras para la Observación Electoral del proceso en marcha y, por otro, está estudiando tomar medidas legales contra Salvador Nasralla, un candidato de las elecciones que deberá observar.
Dr. Raúl Alconada Sempé                       
Análisis exclusivo
EL LIBERTADOR  /  Publicado: 01 Septiembre 2017


El pasado 21 de agosto, la Organización de los Estados Americanos (OEA) emitió un comunicado de prensa en el que “rechaza irresponsables e infundadas acusaciones de candidato”. El pronunciamiento es muy claro y contiene un inequívoco cuestionamiento a uno de los candidatos que participan de la campaña electoral en Honduras.

También es cierto, que las declaraciones del candidato Nasralla contuvieron imputaciones genéricas a funcionarios de la OEA, y se comprende que la Secretaría General de la OEA pretenda dejar a salvo la conducta y actuación de la Organización, rechazando cualquier imputación de este tipo.

El problema que se le presenta ahora a la Secretaría General es tener que optar por mantener el cuestionamiento hecho al candidato Nasralla, e iniciar las acciones que pudieren corresponder; o continuar con la Misión de Observación Electoral en Honduras.- Lo que no podrá pasar es que avancen ambas alternativas.

La situación política en Honduras es delicada, especialmente a partir del 28 de junio de 2009, cuando se produjo el golpe de Estado que destituyó al Presidente Constitucional José Manuel Zelaya Rosales; y más teniendo en cuenta las materias pendientes del “Acuerdo para la Reconciliación Nacional y la Consolidación del Sistema Democrático en la República de Honduras”, tal como se expresa en el párrafo 59 de la sentencia del 5 de octubre de 2015 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso López Lone y otros vs. Honduras.

Por lo tanto, la OEA está ante un dilema de una enorme complejidad, ya que por un lado ha aceptado la invitación formulada por el Gobierno de Honduras para realizar la Observación Electoral del proceso en marcha, y por el otro, está estudiando tomar medidas legales pertinentes para salvaguardar” su reputación, contra uno de los candidatos de las elecciones que deberá observar.

En el caso de que la OEA decidiere tomar medidas contra el candidato Nasralla, sería un dato objetivo la confrontación entre las dos partes; la Misión de Observación Electoral de la OEA, y el candidato Nasralla. Esta confrontación objetiva, inhibe cualquier posibilidad de neutralidad, por parte de la OEA, en su tarea pendiente de Observación Electoral.

Confío en que la Secretaría General de la OEA tomará la decisión más conveniente para el Sistema Interamericano, la consolidación del sistema democrático en el continente y para Honduras.

* / Ex-Director del Departamento de Sustentabilidad Democrática y Misiones Especiales de la OEA, representante por Argentina al Grupo Contadora y Viceministro de Relaciones Para América Latina de Argentina. Presidió la Misión de Acompañamiento de la OEA a la Cuarta Urna de Honduras en 2009 como Enviado del Secretario General Insulza y fue declarado non-grato por Roberto Micheletti como Presidente del CN días antes del golpe de Estado.  

  http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/2412-el-dilema-de-la-oea-en-honduras  
            

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