Salvador,
su gobierno será de transición pero no necesariamente breve ni mucho
menos fácil. Hay muchas cosas fundamentales que Ud tendrá que
administrar de inmediato.
No acepte invitaciones sin agenda, regalos envenenados bajo la mesa, aplausos perversos ni condenas gratuitas.
*Rodolfo Pastor Fasquelle
EL LIBERTADOR / Julio 8,2017.
Para
que nadie se inquiete advertiré de antemano que he estado ciento por
ciento de acuerdo con la determinación de mi Partido, LIBRE, de ir a una
Alianza y apoyo igual -por completo- la decisión de mi candidata,
Xiomara Castro, de cederle la cabeza de la fórmula presidencial a
Salvador Nasralla, aun si la admiro más a ella y Salvador me luce como
un candidato casi inimaginable.- Se trata por supuesto de una figura
política que se sale de lo común y lo esperado.
Nunca
antes he percibido con tanta claridad como ahora como todos sobre el
escenario son actores. Comprometidos muchos a jugar sus papeles en una
antigua tragedia. Y como es que pueden llegar a trascender, en un
proceso inverso al de la individuación por medio del cual maduramos
para llegar a ser quien somos. Porque en el momento mismo de
consagrarse, los líderes políticos históricos siempre dejan de ser ellos
mismos -individuos- para instrumentalizarse al servicio de sus pueblos.
Y cumplir su misión. Se transforman en lo que sus pueblos necesitan
que sean. Estoy seguro que como actor y hombre del escenario, Salvador
Nasralla entiende que ese es su papel. Líder es al fin el que ve más
allá del horizonte. Los que no alcanzamos a ver tan lejos tenemos que
ser escépticos.
Mi
arquetipo de gobernante se remonta a Salomón y al rey filósofo en
Platón. Mi modelo participa asimismo del ideal del príncipe
renacentista, previo a Macchiavello, que incorpora la comprensión
realista de los resortes del poder. Tiene este paradigma parte del
monarca ilustrado (admiro a Carlos III y a Federico el Grande) y mucho
del revolucionario liberal, más de los estadounidenses Franklin o
Jefferson que de Dantón o Robespierre. Y de los libertadores
latinoamericanos. Hidalgo y Morelos pero también Morazán.
Y
después, participa el mío del ideal de mandatario que recuerdan los
patriotas latinoamericanos de la primera mitad del XX (Martí y Madero) y
los líderes revolucionarios del último siglo, desde Pepe Figueres el
Viejo y J.J. Arévalo pasando por L. Cárdenas hasta llegar a R. Correa y
Mujica. En Honduras entiendo el papel que cumplió Oswaldo López en su
segundo periodo y he respetado entre otros a C. R. Reina y a Mel, con
quienes serví aun sin estar de acuerdo en todo lo que hicieron ni
perdonarles lo que dejaron de hacer pudiendo.
Ninguno
fue perfecto. Todos cometieron errores y fallaron, con más o menos
justificación. Pero todos cambiaron la situación que encontraron. Esos
jefes de Estado entendían algunos problemas a profundidad y se
propusieron hacer lo difícil. Porque lo fácil hay que dejárselo a la
añadidura.- Salvador no llena aun los requisitos de ese modelo y yo no
puedo todavía meter mi mano al fuego o profetizar que va a cumplir. Pero
su triunfo nos puede sacar de una dictadura e inaugurar una nueva etapa
de la democracia, del dialogo genuino porque solo el respetuoso entre
pares es genuino dialogo.
Estoy agradecido por su compromiso. Y por lo mismo indispuesto a ser mezquino. Lo voy a acompañar a donde el pida. Lo voy apoyar con lo que este a mi alcance. Mientras él sea fiel a esa promesa. Tiene varias ventajas para su misión. Me gusta el candor que los jóvenes y los inocentes interpretan como honestidad. Y que Salvador ha mezclado exitosamente con la astucia de cooptar y seducir a LIBRE e inspirar confianza. Estoy satisfecho de su evolución. Aún hay espacio para mejorar. Intuyo que le falta temple y pulido, pero creo que los puede adquirir a tiempo.
Antes
que conductor político, el candidato es a estas alturas un comunicador y
Salvador es eso, profesionalmente. Quizás porque viene de ese mundo de
la farándula y del espectáculo ha podido sobrevivir a los ataques de
nuestros enemigos en control de los medios, sin mucho daño del
vilipendio. Tiene cierta agilidad, dice Félix que no se deja agarrar en
poca agua. Y quizás ese aspecto suyo de figura mediática es también lo
que le permite inspirar a un montón de gente, incluso con alguna
formación, como su distracción con el mundo secundario del deporte y el
más irreal del show televisivo le inspira confianza a varias
generaciones que se han criado pensando que esas cosas son inocentes y
que lo verdadero es lo que aparece en la pantalla. Sé que Salvador tiene
muchos admiradores jóvenes, profesionales incluso, que ademas se
sienten consolados por su moderación.- Hinchas, vendedores ambulantes,
universitarios a medio tiempo, oficinistas, viejitas.
Nadie
tiene que presionarlo, es irrespeto. Pero como soy más viejo y Salvador
es más joven e inexperto, me voy a dar el taco de darle unos pocos
consejos. Y pido a quien sepa cómo hacérselos llegar se los trasmita,
porque aunque lo he visto por ahí no tengo contacto ni relación
personal.- Por primera vez no tengo esa relación con mi candidato, que
idealmente deberíamos tener todos.
Pero
Ud. debe entender Salvador que ahora es el candidato de una alianza con
una gran base social, mucho más diversa, amplia y profunda que antes,
que incluye a una pequeña burguesía firme pero también a un pueblo en
marcha. En LIBRE más que otros partidos, se aglutina y confluye una gran
diversidad de actores sociales viejos y nuevos. Nuestro Partido surge
de un tumultuoso y multitudinario movimiento popular, con un complejo
entramado de organizaciones, mediante las cuales --no sin víctimas-- ese
pueblo ha logrado defenderse de innumerables presiones y abusos y
avanzar en la consolidación de espacios propios. Ahí hay jóvenes
estudiantes muchos radicales y veteranos jubilados o casi de la lucha,
indígenas y negros, mujeres y diversidad sexual, obreros mayormente de
sindicatos duros y campesinos, principalmente cooperativistas, una
burguesía profesional progresista, artistas y académicos y pensadores de
gran autoridad, soldados y policías descontentos con el rol que les han
dado de represores, y otros también, y hay picaros y mujeres de la vida
alegre, gente de gran refinamiento y también gente vulgar. De todo.
Respételos. A todos.
Esa
gente es la que lo va a hacer Presidente Salvador. Y Ud. debe
comprometerse en su defensa, identificarse con ella y con su historia y
con su anhelo de libertad y de justicia. Sin vacilaciones. Ni miedo.
Porque si vacila, ellos no se van a detener y simplemente lo van a
arrollar a su paso.- De cualquier manera debe estar preparado para
ataques que ahora perderán la decencia y la vergüenza y el sentido de
las proporciones, que antes disimulaban porque quisieron guardar las
apariencias.
En
la medida en que su fama, su honor y su imagen positiva de persona
buena consiguen el beneplácito de la población y lo ponen al alcance del
poder público, sus adversarios devienen en feroces enemigos. Monstruos
de maldad. Nada puede hacer Ud. para evitarlo. En ningún momento debe
dejarse empantanar en una defensa, porque no hay auto defensa posible
contra la maledicencia y no debe permitir que ese ataque lo distraiga,
que ese es daño mortal. No andan buscando sólo que los demás crean sus
infamias sino sembrarle a Ud. la duda de si mismo. No ceda.
Una
parte de su sobrevivencia depende de Ud. Tiene que cuidar su lenguaje,
sus palabras y también su lenguaje corporal. Porque está bajo la lupa de
los más mezquinos enemigos. Y van a usar contra Ud. cada gesto fallido,
cada lapso, mal paso. Asimismo tiene que adquirir la pátina de la
consistencia. Ud. puede -debe- tener su propia línea, independiente,
pero no puede ser voluble ni ambivalente compañero. Ese es un lujo que
solo se dan los déspotas. Nosotros lo necesitamos.
Su
gobierno será de transición pero no necesariamente breve ni mucho menos
fácil. Hay muchas cosas fundamentales que Ud. tendrá que administrar de
inmediato. Tendrá que poner orden en la burocracia y en FFAA que no son
para dar golpes ni para reprimir, sino para cuidar el patrimonio común y
debe construir una policía civil al servicio de las comunidades. Tiene
que reunirse con esos actores económicos claves que son los empresarios y
animarlos a ser partícipes en vez de testigos incómodos del cambio
profundo que el país requiere y habrá comenzado. Y mantenerse siempre
comunicado con obreros y campesinos, con indígenas y artesanos, con las
mujeres y los amigos. No vamos a hacer concesiones a la injusticia, no
vamos a renunciar a la refundación, pero para poner el país a salvo en
medio de esos cambios turbulentos, ocupamos la firmeza de su mano amiga,
limpia.
Tiene
que mejorar su comprensión de las relaciones exteriores, un campo
minado en que hay que sobrevivir a las manipulaciones de quienes no
quieren que Ud coloque en el poder a una nueva democracia, porque lo que
les importa es su control y manipulación. No acepte invitaciones sin
agenda, regalos envenenados bajo la mesa, aplausos perversos ni condenas
gratuitas. Más allá de su gobierno actual o de la clase política que
los representan, los Estados Unidos han sido amigos. Antes de mediado el
siglo XX fueron quienes nos inspiraron la democracia y sentido del
derecho universal. Aun hoy debemos cooperar con las necesidades genuinas
de su seguridad nacional. Desde hace ya un par de generaciones sin
embargo su imposición hegemonía nos avasalla constantemente, deforma
nuestro desarrollo y lo impulsa por vías y modelos abusivos. Aunque le
cueste defiéndanos Salvador. Presérvenos el orgullo de ser hondureños,
centroamericanos, latinoamericanos libres.
Hay
prioridades de las que no hay conciencia. Honduras es un paisaje en
proceso de degradación acelerada, por el extractivismo de los ricos
concesionarios y de los pobres hambrientos que no encuentran otro modo y
no tienen otros medios. Ud. debe proteger nuestro medio ambiente (para
eso si es el ejército) al mismo tiempo que propicia la producción de los
medios de vida. Porque esos recursos de todos son el patrimonio de las
futuras generaciones y no se pueden proteger sin combatir el hambre.
Enarbole el ideal de la sostenibilidad y todos lo apoyarán.
Finalmente,
ni en esta etapa ni en la siguiente a la inauguración de nuestro
gobierno vaya a olvidar ni por un segundo que lo estamos eligiendo como
Presidente convocante. Para que llame a la Constituyente, que será su
base y resorte de apoyo más firme, su pacto con la gente, con el que nos
devolverá la cohesión. Esa figura no necesitaría desplazarlo, aunque
quizás reformule los términos del gobierno. En todo caso, la
constituyente no tiene prisa. Los estudiosos nos han dicho que ninguna
de las anteriores muchas constituciones de Honduras fueron jamás
funcionales, ni mucho menos fueron pactos sociales, que es lo que se
supone que deben ser. Esta vez hay que hacerlo bien. Con todos, dando a
cada quien su lugar. Asegurando los derechos de las minorías y el
decisorio de la gran mayoría como amalgama.
En
el entendido de que un pacto solido solamente se puede fundar sobre un
consenso amplio aunque no podrá obviar todas las contradicciones. Y de
que para que sea realmente originaria la Constituyente habrá que
reformar las leyes electorales, permitir una participación más
representativa más allá de los partidos.
Le
conviene. Hágalo bien y entrará a la historia duradera. Salvador.
Aunque otros muchos también serán protagonistas, se le recordará por
siglos a Ud. como el gobernante que puso remedio a nuestro mal profundo,
que es la ley al servicio del poderoso y cadena para los demás, como el
que puso fin al caos legal, a la anarquía de las leyes que se
contradicen, al disenso de todos contra todos. Se inscribirá en bronce
que fue el gobernante que nos dio una ley justa para todos y nos forjo
un estado nuevamente funcional, digno y estable, y capaz de impulsar un
desarrollo integral.
*Pensador hondureño.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/avance/2297-honduras-analisis-salvador-outsider-presidente-y-convocante
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