La
orquesta mediática fue más ruidosa que las decenas de motores de la
caravana de comandos, helicópteros, cientos de efectivos de la Policía
Militar y otros vehículos y medios logísticos de una operación que opacó
la ineficacia del sistema carcelario y la baja moral de las autoridades
penitenciarias nombradas por el gobierno.
Redacción Central / EL LIBERTADOR / Publicado: 17 Mayo 2017
Tegucigalpa. Investigaciones
preliminares indican que las autoridades hallaran 30 millones de
lempiras escondidos en el módulo “Escorpión” de la cárcel de Támara, en
esta ciudad, que fueron usados para sobornar desde custodios hasta
funcionarios, a quienes ya les habían pagado entre 10 y 15 millones para
el escape masivo que empezó con 18 miembros de la pandilla 18, en
principio se dijo que eran 22 los reos fugados. El pago, también se
presume, era para evitar que los trasladaran a cárceles de máxima
seguridad.
Se
estima que el escape fue una operación bien planificada, los reos de
alto peligro según cita la Policía, salieron caminando por el portón
principal de la Penitenciería Nacional (PN), una fuente de investigación
confió que “toda la operación para sacar a los pandilleros de la cárcel
de Támara se planificó en la ciudad de El Progreso”, ubicada en la zona
central del país, a 234 kilómetros de la capital Tegucigalpa.
“Si
no los capturamos hoy, los capturamos mañana...”, (y así sucesivamente
como consuelo a la ciudadanía) afirmó en un mensaje el presidente la
república, Juan Hernández, que este día envió al menos nueve “tuits” a
las redes sociales resaltando no el soborno millonario de sus oficiales
subalternos y la fragilidad moral que socava y torna ineficaz la
autoridad del sistema penal hondureño, sino la bulliciosa operación de
seguridad nacional y la inauguración de la nueva prisión con 773 reos
que fueron trasladados de Támara a “la Tolva” o “Pozo II”, ubicada en
oriental municipio de Morocelí, departamento de El Paraíso.
“Hay
grabaciones telefónicas que hablan de los pagos que se hicieron, hubo
reuniones en la ciudad de El Progreso días después del traslado de los
pandilleros del penal de San Pedro Sula (a El Pozo en la comunidad de
Ilama, occidente del país). Hay grabaciones de dos abogados de la
pandilla 18 que hicieron los acercamientos para negociar la fuga de los
18 privados de libertad”, trascendió de manera anónima a través de la
Prensa.
La
fuga se aceleró debido a que los cabecillas temían que los trasladaran a
El Pozo II en El Paraíso, y por eso la fuga debía concretarse antes que
los cambiaran de cárcel.
“Ellos tenían informantes que les daban detalles de cuándo sería el traslado”, dijo.
El
temor de los reos también era que al momento del traslado las
autoridades les incautaran el dinero escondido en caletas, producto de
las extorsiones. Se calcula que había unos 30 millones de lempiras
ocultos en caletas dentro de la Penitenciaría en los módulos donde
estaban recluidos en Támara.
http://www.web.ellibertador.hn/index.php/noticias/nacionales/2256-show-la-tolva-eclipsa-peligrosa-fuga-y-gran-soborno
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