sábado, 29 de abril de 2017

Honduras: MANDATO DEL IMPERIO: “DESTRUYAN VENEZUELA”


Sábado 29 de Abril 2017
Galel Cárdenas

El imperio norteamericano, en esta fase conducida por Donald Trump, prosigue infernal como potencia terráquea que sólo cambia de rostro directivo, mientras mantiene su obsesiva y loca idea de que el mundo es suyo, el planeta le pertenece y que la tierra es sólo un tablero de ajedrez en donde mueve sus piezas para evitar que el Rey, su águila imperial,  caiga ante enemigos que él va inventando,  o que de acuerdo con sus necesidades vampiresas, necesite los recursos naturales de los continentes para sostener su existencia denominada el sueño americano.


Estados Unidos, hoy más que ayer, está inmerso en un conjunto de escenarios bélicos, en donde desplaza su maquinaria de guerra. Tal sostenimiento lo induce a absorber  con mayor necesidad los petróleos de la tierra, las aguas del planeta, en fin, los negocios de sus industrias guerreras, electrónicas, tecnológicas, políticas y culturales.

A lo mejor un día le suceda lo que el imperio romano sufrió, la extensión de sus tentáculos no resistió la rebelión de los esclavos en el mundo entero de la época.

Pero, volviendo al tema del título de este artículo, que parodia la frase oratoria latina, en el siglo II antes de Cristo, cuando Catón (150 a. C)  decía que Cartago debería ser destruida, arrasada, “Cartago delenda est”.

Esta ciudad  del mediterráneo era la mayor y más rica del  período, constituía para los romanos una afrenta este esplendor, por lo que su imperio determinó arrasar la ciudad hasta ser borrada por completo.

Así en la época americana del siglo XX-XXI, cuando en tierras de Martí se desarrolló una revolución dirigida por Fidel Castro, el imperio ha quedado incómodo, pues, la sabiduría con que Cuba ha resistido al imperio es ejemplar y ha logrado sobrevivir pese a ser calificada como zona de exclusión comercial y productiva.

Pero, que en tierra firme surja una segunda revolución del socialismo del siglo XXI, comandada por otro genio, líder del humanismo contemporáneo llamado Hugo Chávez, no es ya una coincidencia, sino una tendencia de los pueblos latinoamericanos sometidos a su yugo explotador y dictatorial.

El Departamento de Estado N.A.y la Cía, los organismos judiciales, legislativos y ejecutivos de diversa índole han echado a volar un plan de combate contra la revolución Bolivariana, tomando como cabeza de playa la Organización de Estados Americanos (OEA), constituida por funcionarios y gobiernos serviles al imperio, que, de manera descarada, pretenden llevar a cabo una embestida de tipo mediático para luego invocar un instrumento de injerencia militar en contra de Venezuela, cuna de hombres patriotas de la talla de Simón Bolívar, libertador de cinco países suramericanos.

Nicolás Maduro, heredero ideológico y político de Hugo Chávez, presidente del país de mayor riqueza petrolera en el continente, y en medio de este combate frontal contra la tiranía imperial sobre los gobiernos neoliberales instaurados por nefastos  discípulos provincianos, ha puesto en pie a toda Venezuela que ha logrado los beneficios de una revolución humanista, que busca la aplicación de la justicia social y la equidad política.

En el contexto de una lucha sorda, a veces directa,  en otras,        la oposición oligárquica que ha tomado como trinchera de combate la Asamblea Nacional, ha convocado a un golpe de Estado, precedido por la siembra de un caos social financiado por la derecha norteamericana  y  lleva ya quince días de combates callejeros con el resultado de una treintena de muertos ocasionados por disparos de los propios manifestantes guarimberos, que son en realidad mercenarios pagados para destruir todo aquello que consideren representa al gobierno chavista y popular.

A pesar de las convocatorias diarias a manifestaciones opositoras, la derecha venezolana no ha avanzado lo necesario para poner en precario la revolución bolivariana.

El mandato del imperio sobre destruir la Venezuela de los patriotas socialistas, no ha logrado,  en este tiempo, los avances que necesita para darle el golpe de gracia.

Las diversas bases militares que rodean la patria de Bolívar están listas para la invasión correspondiente, incluyendo la base militar de Comayagua (Honduras),  están ya  en estado de guerra.

Destruyan Venezuela, ha ordenado Estados Unidos a los países pusilánimes que poseen gobiernos ultra derechistas y fascistas.

Pero, no han logrado vencer la resistencia de  los compañeros chavistas y maduristas, encarnados en el nombre de Hugo Chávez que defienden la revolución socialista, siguen firmes en las calles caraqueñas y las ciudades importantes del país.

Destruyan Venezuela dice el imperio, defendamos la revolución dicen los socialistas venezolanos.     
    
En Centroamérica apoyamos a los compañeros de la revolución humanista del siglo XXI.

Y en Honduras, Francisco Morazán         nos convoca a defender el socialismo latinoamericano del siglo XXI.         

                   

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