lunes, 24 de abril de 2017

Desde la Patria Morazánica: Venezuela Vencerá

                                   
                                                                                               

                               Sociedad Bolivariana de Honduras
Venezuela, hoy oficialmente República Bolivariana de Venezuela, es un país libre y soberano. Alcanzó su independencia gracias al heroísmo de su libertador Simón Bolívar. Sin embargo, a lo largo de su dizque vida independiente, el pueblo fue sometido a gobiernos interesados más en el bienestar de una oligarquía minúscula que, con motivo del descubrimiento de las riquezas petroleras, se fue convirtiendo en mequetrefe de los grandes intereses de Los Estados Unidos.
Es por eso que, en el siglo XX, el país, bajo la dirigencia de la oligarquía se convierte en un suministrador de petróleo a Los Estados Unidos y, como consecuencia, no impulsa su desarrollo industrial y agrícola que le permitiría, hoy en día, tener una economía diversificada no dependiente de las exportaciones petroleras. En torno a la explotación del petróleo surge una aristocracia petrolera parásita, que comprometió los recursos del pueblo venezolano y los entregó a las compañías petroleras transnacionales con escasos beneficios para la nación, cuyas mayorías se debatieron en una condición de pobreza y miseria. Esta situación llevó a que los habitantes de la zona rural migraran hacia las grandes ciudades y a los sitios en donde se realizaba la extracción del petróleo por las compañías extranjeras, principalmente norteamericanas, y que aún siguen instaladas en Venezuela. Esta migración dio lugar al crecimiento desmedido de ciudades como Caracas, en donde se vivía una disfunción dirigida por una clase despilfarradora y parasitaria de las regalías del petróleo que importaba alimentos, medicinas y que tenía sus ojos puestos en Miami, en donde, incluso, hacían parir a sus mujeres. La ciudad crecía rodeada de cinturones de miseria y sus habitantes esperaban alguna migaja del derrame de riqueza que fluía desde las torres de extracción.
Lo otro es que Venezuela posee la reserva más grande de petróleo del mundo conocida hasta hoy y de otros minerales y agua que son esenciales para el funcionamiento de la gran industria norteamericana.
Esos recursos, fundamentalmente el petróleo, son esenciales para Los Estados Unidos que consume la mayor parte de petróleo que gasta el mundo. Ellos producen su propio petróleo pero un porcentaje llega desde fuera, desde Venezuela, también.
Por eso al gobierno norteamericano le interesa tener el control del petróleo venezolano para no seguir pagando la renta del 50% que impuso la Revolución Bolivariana y para volver a los soñados tiempos en que Washington y las compañías petroleras dictaban los lineamientos de la política en Venezuela.
El gobierno de Chávez inició un proceso de tirar por la borda toda esa dependencia y ese vasallaje a los intereses foráneos e impulsó una política de rescate de los recursos naturales y una más justa distribución entre el pueblo de todos los beneficios que la explotación petrolera deja al país. Eso, por supuesto deja de lado a la antigua oligarquía parasitaria que vivía principalmente en Miami y que solo iban a Caracas a recoger las regalías.
Muy poco tiempo ha transcurrido el proceso revolucionario y aún no ha sido posible revertir totalmente esa situación de desbalance que mantiene a la economía venezolana atada a la renta del petróleo. Por esa razón, la manipulación norteamericana que condujo al desplome del precio internacional de crudo ha provocado serias dificultades en Venezuela que han desembocado en escasés de alimentos medicinas. El gobierno bolivariano encabezado por Maduro ha ido revirtiendo esa situación y existe ahora un sistema de distribución equitativa de alimentos para enfrentar los esfuerzos de la oligarquía golpista por hacer marchar las fábricas a paso lento o para esconder la producción con el objetivo de provocar falsas escaseces. A esta guerra económica se ha sumado la orquesta de sumisos que forman parte de la OEA, organismo de triste pasado, que hace dúo con Los Estados Unidos para desequilibrar a Venezuela, para provocar el caos, para propiciar un golpe de Estado y, finalmente para que las transnacionales del petróleo vuelvan al antiguo paraíso en que eran dueños de las riqueza que ahora es pertenencia del pueblo venezolano. La gran prensa se ha sumado a esta campaña desfigurando totalmente lo que ocurre en Venezuela que lucha por mantener la paz y por superar todos los problemas derivados de la difícil situación provocada por la caída de los precios del petróleo.
La Sociedad Bolivariana de Honduras, por este medio, quiere elevar una formal denuncia, ante el mundo, para prevenir cualquier intervención en la República Bolivariana de Venezuela, gobernada actualmente por el Presidente Maduro, legítimamente electo en las urnas, y para destapar la actuación dócil y servil de la OEA que está actuando, como lo ha hecho siempre, como el “ministerio de colonias” de Los Estados Unidos.
Hacemos un llamado a los patriotas del mundo, a los amantes de la libertad y la independencia, a quienes creen que es preciso que haya una verdadera justicia internacional, para que bridemos nuestro apoyo solidario a Venezuela y digamos No a la oligarquía que añora su pasado de parasitismo y a Los Estados Unidos que sigue actuando como si alguien le hubiese designado como el policía del mundo. Venezuela no ha invadido a ningún país; Los Estados Unidos y la OEA si.
BOLÍVAR Y VENEZUELA VENCERÁN
Víctor Manuel Ramos
Director de la Sociedad Bolivariana de Honduras.

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