Por: Redacción CRITERIO
Febrero 10,2017 / redaccion@criterio.hn
El
Estado hondureño se rehúsa a reconocer su condición de pueblo indígena y
le niega el derecho a la tierra. Corporaciones y terratenientes avanzan
con el monocultivo de palma africana, amenazando la soberanía
alimentaria.
En
octubre pasado, la Alianza Estadounidense por la Soberanía Alimentaria
(USFSA por su sigla en inglés) decidió distinguir a la Organización
Fraternal Negra Hondureña (Ofraneh) con la sección internacional del
Premio Soberanía Alimentaria 2015. Dicho premio se otorga cada año a
activistas de base que trabajan por un sistema alimentario más
democrático, y que promueven y defienden el derecho a la soberanía
alimentaria.
Creada en
1978 para proteger los derechos económicos, sociales y culturales de
las 46 comunidades garífunas situadas en la costa caribeña de Honduras,
la Ofraneh lleva casi cuatro décadas organizando a su pueblo y
defendiendo su territorio ancestral de la expansión de los monocultivos a
gran escala, de la amenaza de los megaproyectos turísticos,
hidroeléctricos y mineros, del narcotráfico y de los embates del cambio
climático.
Proyectos
como las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE) promovidas por
el gobierno hondureño, mejor conocidas como “ciudades modelo”, que
incluirían al menos a 20 comunidades garífunas en cinco de las diez
zonas señaladas para la subasta al capital transnacional, se suman ahora
a las amenazas que se ciernen sobre el pueblo garífuna.
“Los
garífunas, que ya han sobrevivido a la esclavitud y al colonialismo,
están ahora defendiendo y fortaleciendo la tenencia de la tierra, la
agricultura y la pesca sostenible a pequeña escala. La Ofraneh reúne y
organiza a las comunidades para enfrentar estos desafíos”, se lee en las
motivaciones del premio.
Principalmente
lo hace impulsando demandas legales -tanto nacionales como
internacionales-, promoviendo la cultura garífuna y apoyando “la
construcción de un movimiento donde se prioriza el desarrollo del
liderazgo de los jóvenes y las mujeres”.
Miriam
Miranda, coordinadora de la Ofraneh, explica que el propio Estado de
Honduras se ha convertido en una de las principales amenazas para el
pueblo garífuna. “Sigue negándose a reconocer nuestra condición de
pueblo indígena y pretende relegarnos a una condición de minoría étnica
no autóctona, sin derechos jurídicos internacionalmente reconocidos”,
afirmó Miranda a Opera Mundi.
Esta
actitud de negación trae consigo el desconocimiento del derecho
ancestral que el pueblo garífuna tiene sobre sus territorios,
pretendiendo así eludir la aplicación del Convenio 169 de la OIT
(Organización Internacional del Trabajo) sobre pueblos indígenas y
tribales.
“De
esa manera se niega el legítimo derecho que tenemos los garífunas a la
Consulta Previa, Libre e Informada, consignada en el Convenio 169 y en
la Declaración de Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos
indígenas”, señaló la dirigente garífuna.
“Sin
la aplicación del derecho a la Consulta, nuestras comunidades serán
sepultadas por un supuesto desarrollo a favor de la élite de poder y el
capital transnacional”, agregó Alfredo López, vice coordinador de la
Ofraneh.
López
sufrió en carne propia la represión. Fue detenido en 1997 con falsas
acusaciones y estuvo bajo prisión preventiva durante más de 6 años por
su lucha contra el proyecto turístico Marbella, que había despojado a la
comunidad garífuna Triunfo de la Cruz de una parte de sus tierras.
Su
caso llegó hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte
IDH) que condenó al Estado de Honduras y facilitó su liberación.
“El
Estado de Honduras fue condenado porque el líder garífuna no fue
tratado con el debido respeto a su dignidad humana, al violentarse sus
derechos como detenido. Durante su privación de libertad, López vivió en
condiciones carcelarias infrahumanas y se le prohibió hablar en su
idioma materno, el garífuna”, señala el Centro por la Justicia y el
Derecho Internacional (CEJIL) en un informe de 2006.
http://criterio.hn/2017/02/10/pueblo-garifuna-enfrenta-corporaciones-al-estado-honduras-defensa-tierras/
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