Tegucigalpa - Por
insólito que parezca en el Poder Judicial hondureño también se han
cocinado las habas de la corrupción. Al órgano que administra la
justicia hondureña se le investiga por presuntos actos que involucran a
lo interno a varios protagonistas.
Por
ello, en las últimas horas, detectives de la Agencia Técnica de
Investigación Criminal (ATIC), secuestraron documentos en las oficinas
del Centro de Justicia Civil del Poder Judicial.
Debido a una denuncia relacionada al extravío de títulos valores en esa dependencia, la Fiscalía actúa en coherencia.
Estas últimas acciones se suman a otras investigaciones que la Fiscalía junto a otros operadores anticrimen.
Las ejecuciones del jueves de esta semana se debieron a una acción investigativa relacionada al extravío de 1.4 millones de lempiras de la oficina de Títulos Valores entre enero de 2007 y enero de 2015.
El
dinero que ingresó bajo consignaciones y custodia al Centro de Justicia
Civil nunca fue depositado a las cuentas bancarias de los Juzgados de
Letras o se devolvió a las partes, entre otras circunstancias que
investiga la Fiscalía.
Otros casos que involucran a
personeros del Poder Judicial
personeros del Poder Judicial
Sonado
también ha sido el caso del magistrado Ovidio Rodríguez, quien tiene
varias líneas de investigación sobre presuntos actos fuera del margen de
la ley.
El
Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) ha presentado diligencias ante la
Fiscalía hondureña sobre el actuar de este alto funcionario judicial.
Asimismo,
otro asunto que mantiene el interés de la ciudadanía, son los
requerimientos que anunció el Ministerio Público para los exmiembros del
Consejo de la Judicatura, vinculados a una cadena de acciones en la que
se mezclan abusos de todo tipo y una violación de la ley a gran escala.
Apenas uno que otro juez ha sido enjuiciado y enfrenta acusaciones en los tribunales de la República.
Para el caso guardan prisión las exjuezas Wendy Caballero, María Elena Fonseca y Liz María Núñez, todas acusadas de prevaricato.
Particularmente,
el segundo a bordo en el Consejo de la Judicatura, Teodoro Bonilla,
también enfrenta acusaciones ligadas a abusos y uso de influencias. Una
operación anticrimen denominada Shalom ha mostrado detalles que le
vinculan actos impropios.
Particularmente,
el segundo a bordo en el Consejo de la Judicatura, Teodoro Bonilla,
también enfrenta acusaciones ligadas a abusos y uso de influencias. Una
operación anticrimen denominada Shalom ha mostrado detalles que le
vinculan actos impropios.
Necesaria depuración
El
exfiscal general del Estado, Edmundo Orellana, señaló que todas las
instituciones públicas necesitan una depuración, sin embargo, refirió
que la pérdida de títulos valores que se denunció recientemente en el
Poder Judicial “se trata de un caso de empleados subalternos, no
necesariamente es un problema de las autoridades supremas”.
“Se
evidencia que hace falta control, recordemos que hasta hace poco
existió en Consejo de la Judicatura que se ocupaba de esos temas, aunque
este es otro caso por el cual no vemos a ningún exfuncionario
judicializado”, indicó.
Apuntó que el Poder Judicial necesita una depuración, aunque advirtió que esta no debe ser como se ha hecho en la Policía.
“Si llegaran a nombrar una comisión -tal como ocurre en la Policía- esto vendría a debilitar la institucionalidad”, recomendó.
Estas cosas no deben ocurrir en el Poder Judicial
De su lado, Mario Díaz, hasta hace poco presidente de la Asociación de Jueces por la Democracia, le confió a Proceso Digital que es imperativo que las denuncian sobre la pérdida de títulos valores sea investigada a profundidad.
“Se
perdieron títulos valores que ascienden a más de un millón de lempiras
que estaban bajo la custodia de un determinado funcionario judicial.
Creemos que esto no debe ocurrir en el Poder Judicial porque nosotros
estamos para impartir justicia a la ciudadanía”, apostilló.
Agregó
que “si estos dineros se están perdiendo quiere decir que esos actos
van en contra de los ciudadanos que por alguna razón depositaron estos
valores bajo la custodia de funcionarios judiciales”.
Díaz
exigió castigar con todo el peso de la ley a los responsables de estos
ilícitos. “Debe haber castigos ejemplares, en vista que los funcionarios
judiciales no deben estar bajo ese tipo de cuestionamientos que afectan
la credibilidad de todo el sistema judicial de Honduras”.
¿Y los castigos al Consejo de la Judicatura?
El
juez Mario Díaz insistió que como miembro de la carrera judicial le
preocupa que no existan castigos contra el anterior Consejo de la
Judicatura. “Queremos saber cuáles son las sanciones que la propia Corte
Suprema de Justicia va imponerles a estas personas que cometieron
diferentes irregularidades. No es posible que a nueve meses de haber
declarado inconstitucional la Ley del Consejo de la Judicatura, todavía
estos exfuncionarios no tengan procesos legales en los tribunales”,
afirmó.
Recordó que una Mesa de Verificación
determinó en tres informes que los exconcejales del desaparecido cuerpo
que administró el Poder Judicial, realizaron actos reñidos con la ley,
sin embargo, no hay acciones de ningún tipo.
A
renglón seguido exteriorizó que “desde la cabeza hacia abajo debe haber
evaluaciones del desempeño de sus funciones. Si internamente no hay
justicia, cómo es posible que pueda haberlo para la sociedad en general.
Debe ser un proceso que nos abarque a todos y así tener un mejor
servicio de justicia”, concluyó.
http://www.proceso.hn/component/k2/item/136663-infiltrado-el-poder-judicial-muestra-la-urgencia-de-profunda-depuracion.html
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