Arriesgado es preguntarlo. Pero es la misma pregunta que se escucha en cada rincón de Honduras. Probablemente los miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares de Honduras, COPINH,lo saben, por la forma en que ocurrieron los hechos, antes y después, pero aún se ignora quien dio la orden. Y quizá nunca lo sabremos.
Por: Anselmo Rubio Reyes*
Berta Cáceres luchó, desde que tiene conciencia, por la NO privatización de los legendarios territorios que albergan la cultura, economía y los recursos naturales con que el pueblo lenca subsistió desde siglos. Este fue su pecado. Tan grave que el cardenal Oscar Andrés Rodríguez prohibió, públicamente, a sus feligreses organizarse y unirse al COPINH.
Criminalizada, amenazada de muerte y con medidas sustitutivas, Cáceres continúo su lucha contra las cúpulas de poder económico y político, incluso antes de que el presidente de facto, Roberto Micheletti, otorgara concesiones sobre los recursos hídricos, mediante la aprobación de la Ley General de Aguas y Porfirio Lobo, derogara los decretos que prohibían la construcción de proyectos hidroeléctricos en zonas
protegidas.
Este fue el tiro de gracia para las poblaciones indígenas ancestrales. Casi de inmediato, el Congreso Nacional, al mando del empresario y político Juan Orlando Hernández aprueba el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, que supone la privatización del Rio Gualcarque, dando seguimiento al proyecto de ciudades modelo.
Grandes extensiones han sido concesionadas, y Bertita, como le llaman los líderes sociales en todo el país, expuso su pecho por su gente en la comunidad de Rio Blanco, zona militarizada para resguardar la empresa, Desarrollos Energéticos S.A, DESA,donde se agrupan los fondos de los inversionistas alemanes, finlandeses, holandeses y el nacional banco FICOHSA con el grupo de la familia Atala, entre otros, según comunicado del COPINH.
Asumimos que la muerte de Berta y otros líderes indígenas,permite a DESA construir el proyecto hidroeléctrico, Agua Zarca,a un costo de 44.4 millones de dólares, cerca de mil millones de lempiras en su primera etapa. Y planean construirlo sobre el Rio Blanco entre los departamentos de Santa Bárbara e Intibucá y se prevé que generaría unos 21.3 MW
Habrá que ver. La comunidad internacional tiene el dedo puesto sobre el tema. Han abundado los reclamos de muchos países que exigen una investigación creíble. Pero credibilidad es lo que menos existe.
Demasiados intereses en los sectores pudientes. Arline Flores expresidenta del COHEP, denuncio a Cáceres, el máximo jerarca de la iglesia católica afectó la cosmovisión de los indígenas, el gobierno militarizó la zona, y el secretario de seguridad,Julián Pacheco, declaró a los medios que Berta se mató sola.
Berta Cáceres sucumbió al poderío neo liberal, sabía que la violación a las tierras lencas significaba privatización y más pobreza para su pueblo. Agua Zarca no es el primero ni el último. Más de 40 proyectos de energía están previstos sobre tierras lencas en el marco de las concesiones otorgadas en el año 2010. Quien más ofrendará su vida para evitarlo?. Esto no debería estar pasando.
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*Anselmo Rubio: Periodista graduado en la
Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Director del programa de
televisión “Libre Opinión”, que se difunde en Siguatepeque en la zona
central del país.
Su forma de hacer periodismo como es el slogan de su programa “periodismo al servicio del pueblo”, le ha traído como consecuencia mucho acoso y campañas de desprestigio, en uno de los países más peligrosos para ejercer la profesión.
http://www.pasosdeanimalgrande.com/index.php/es/component/k2/item/1495-quien-mato-a-berta-caceres
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Criminalizada, amenazada de muerte y con medidas sustitutivas, Cáceres continúo su lucha contra las cúpulas de poder económico y político, incluso antes de que el presidente de facto, Roberto Micheletti, otorgara concesiones sobre los recursos hídricos, mediante la aprobación de la Ley General de Aguas y Porfirio Lobo, derogara los decretos que prohibían la construcción de proyectos hidroeléctricos en zonas
protegidas.
Este fue el tiro de gracia para las poblaciones indígenas ancestrales. Casi de inmediato, el Congreso Nacional, al mando del empresario y político Juan Orlando Hernández aprueba el proyecto hidroeléctrico Agua Zarca, que supone la privatización del Rio Gualcarque, dando seguimiento al proyecto de ciudades modelo.
Grandes extensiones han sido concesionadas, y Bertita, como le llaman los líderes sociales en todo el país, expuso su pecho por su gente en la comunidad de Rio Blanco, zona militarizada para resguardar la empresa, Desarrollos Energéticos S.A, DESA,donde se agrupan los fondos de los inversionistas alemanes, finlandeses, holandeses y el nacional banco FICOHSA con el grupo de la familia Atala, entre otros, según comunicado del COPINH.
Asumimos que la muerte de Berta y otros líderes indígenas,permite a DESA construir el proyecto hidroeléctrico, Agua Zarca,a un costo de 44.4 millones de dólares, cerca de mil millones de lempiras en su primera etapa. Y planean construirlo sobre el Rio Blanco entre los departamentos de Santa Bárbara e Intibucá y se prevé que generaría unos 21.3 MW
Habrá que ver. La comunidad internacional tiene el dedo puesto sobre el tema. Han abundado los reclamos de muchos países que exigen una investigación creíble. Pero credibilidad es lo que menos existe.
Demasiados intereses en los sectores pudientes. Arline Flores expresidenta del COHEP, denuncio a Cáceres, el máximo jerarca de la iglesia católica afectó la cosmovisión de los indígenas, el gobierno militarizó la zona, y el secretario de seguridad,Julián Pacheco, declaró a los medios que Berta se mató sola.
Berta Cáceres sucumbió al poderío neo liberal, sabía que la violación a las tierras lencas significaba privatización y más pobreza para su pueblo. Agua Zarca no es el primero ni el último. Más de 40 proyectos de energía están previstos sobre tierras lencas en el marco de las concesiones otorgadas en el año 2010. Quien más ofrendará su vida para evitarlo?. Esto no debería estar pasando.
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Su forma de hacer periodismo como es el slogan de su programa “periodismo al servicio del pueblo”, le ha traído como consecuencia mucho acoso y campañas de desprestigio, en uno de los países más peligrosos para ejercer la profesión.
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