viernes, 27 de mayo de 2016

Venezuela en el ojo de la maldición imperial

Galel Cárdenas 

Con en el ascenso popular del liderazgo de Hugo Chávez en la toma del poder popular de Venezuela, Estados Unidos y la derecha internacional fueron derrotados  por la propuesta de un socialismo del S. XXI del presidente más querido y respetado por el pueblo de Bolívar.

El asesinato por etapas   del líder bolivariano de Latinoamérica, Hugo Chávez, fríamente calculado por la CIA norteamericana, fue el primer golpe bajo contra la revolución de los marginados en aquella república tan noble y revolucionaria.

Inventado el golpe suave por los estrategas del imperio más desalmado de la tierra, América Latina fue copada en algunos países  débiles como Honduras y el Paraguay, con el fin de imponer gobiernos neoliberales y pro imperiales, utilizando los más diversos mecanismos de compra de los parlamentos nacionales y locales.
Los tribunales electorales y la instalación de máquinas fraudulentas supervisadas por el aparato de espionaje y de operaciones encubiertas norteamericanas fueron avanzando sin que lo notaran los electores analfabetos y las clases medias oportunistas, junto a las élites económicas aliadas al capital extranjero y su plan de apropiación de todo recurso natural posible.

Para ello la capital mundial del imperio (Washington) montó en Venezuela muchos proyectos de desestabilización de la revolución bolivariana chavista, golpes de estado, paros petroleros, desabastecimiento de alimentos y artículos de uso doméstico, financiamiento de bandas paramilitares, guerra de divisas, amenazas indirectas y directas de la cúpula del Departamento de Estado, guerra mediática nacional e internacional, movilización acusadora de presidentes  y candidatos presidenciales europeos y continentales,  en fin el aquelarre más perverso que el poderío imperial pueda concebir.

El pueblo venezolano ha enfrentado esta guerra transnacional con gran aplomo y paciencia dirigidos atinadamente por el Presidente Nicolás Maduro que junto a los más preclaros líderes revolucionarios chavistas, van desmontando una por una las trampas y los embelecos que cotidianamente la derecha recalcitrante venezolana va fraguando asesorada por los especialistas en conspiraciones fascistas del mundo entero.

La resistencia del pueblo y de la revolución bolivariana se moviliza constantemente en defensa de todas las conquistas obtenidas en este proceso de liberación, ejemplo firme de equidad para toda la América Latina, Nuestra América, en un claro recordatorio de la visión de José Martí.

Es una guerra en todos los planos habidos e inventados por el imperio que despliega toda su fuerza financiera, mediática, diplomática, moviendo piezas titiriteras a lo largo y ancho de la propia patria de Bolívar como de la América de los americanos.

Sostiene esta revolución la convicción firme militante del pensamiento de Hugo Chávez, decidida a entregar la vida en el campo de batalla cuando fuese necesario.  Lo acompañan unas fuerzas armadas patrióticas y chavistas como retaguardia fundamental que no ha podido vencer ni comprar Washington.

Por otra parte existe una solidaridad muy especial de Rusia, China e Irán en esta gesta de resistencia internacional contra todos los planes intervencionistas de Estados Unidos en Venezuela.

A la vez, el imperio conspira contra Evo Morales y Rafael Correa, con el ánimo de derrotar las otras revoluciones ciudadanas indígenas y mestizas, teniendo a la mano, con sonrisa despiadada,  las victorias momentáneas en Argentina y Brasil.

Y como expresa Atilio Borón, el imperio sueña con re establecer aquellas condiciones políticas en el continente, antes de que triunfara la Revolución Cubana, hasta  ahora invencible.

La reserva petrolera de Venezuela es el botín más preciado para  un país tan enorme y pendenciero y  es esencial para ellos,  abastecer todo el aparato de guerra que mantiene Estados Unidos en todo el mundo.  Con la noticia que Venezuela tiene el yacimiento más grande del mundo en oro, a lo mejor los propietarios del Tesoro gringo se soban las manos injerencistas y les brillan los ojos a los dueños de Wall Street  para el negocio más maravilloso que les pueda ocurrir en su seno.

Con toda la perversión posible, el imperio mueve todas las piezas que tiene a la mano en su proyecto malévolo de apropiarse de todos los recursos naturales de la tierra a través de sus malhadadas transnacionales explotadoras de todo cuanto encuentran a su paso en el planeta tierra.

Así que mientras la lucha en resistencia contra la sedición derechista venezolana se produce,  el Comando Sur norteamericano, como un buitre mortal, acecha el momento específico de realizar una operación militar encubierta o directa en el país, cuna de Simón Bolívar y Hugo Chávez, los libertadores de la América de antaño y la América de hogaño.  

La Venezuela Bolivariana resiste la avalancha de la derecha local e internacional, desean doblegarla, vencerla por hambre, pero, no lograrán el propósito imperial, los revolucionarios venezolanos resistirán hasta vencer. 

Mientras tanto, la historia política en América Latina sigue escribiéndose en este momento crucial…
Fuente: Red FIAN-Honduras

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