sábado, 5 de diciembre de 2015

EL GABINETE EN LA SOMBRA SAQUEA HONDURAS, SÉPALO

Foto de: lanoticia.hn


Por: Foad Alejandro Castillo     
A muchos seguramente les suena conocido el concepto de “gabinete en la sombra”, ya que los cronistas de la  pseudopolítica lo han usado desde hace varios años para designar a las personas que el presidenciable presuntamente favorecerá con las distintas carteras ministeriales, llegada la hora de asumir y conformar el respectivo gobierno, siendo esto una descontextualización, producto de ignorar en lo absoluto el funcionamiento del sistema parlamentario británico, puesto que en realidad es un conjunto de integrantes de una cámara legislativa pertenecientes al partido opositor preponderante que, -dirigidos por su líder-, conforman un consejo de ministros alternativo al gobernante. Podemos endilgarle al caudillo azul decenas o cientos de desperfectos conductuales, pero nunca el de carencias imaginativas, dado que, a través de la abominable Coalianza, nos ha regalado una mesa redonda financiera compuesta por tahúres que nunca se han presentado a elecciones.
Una facción privilegiada de la banca controla los poderes constituidos merced a La Alianza Público Privada, un ente más particular que colectivo, dicho sea, significando esto una financiarización de la política, debido a que se colocan las instituciones y agencias estatales al servicio de codiciosos accionariados cuyo principal distintivo es la sevicia cuando las deudas son exigibles. Los contratos de Fideicomisos suscritos por la Comisión para la Promoción de la Alianza Público-Privada (Coalianza) con  entidades financieras se solapan con la ley del Presupuesto General de La República, sustrayendo a los funcionarios escogidos en “democráticos comicios” de sus deberes, porque el fiduciario (un regordete banquero) en dicha transacción recibe a manos llenas de la ciudadanía bienes nacionales, ingentes cantidades de dinero o derechos presentes o futuros, sin la molestia del escrutinio popular.

La indolencia del primus inter paris adquiere categoría épica cuando a los miembros del oculto gabinete, o sea los tales fiduciarios, les permite tomar deuda a nombre de todos los hondureños a partir de proyecciones gananciales a mediano y largo plazo, metiéndonos en una peligrosa economía de casino. Somos unos imbéciles a sus ojos, admitámoslo. Un ejemplo de lo anterior es la inefable Tasa de Seguridad con un comité técnico que vía decreto legislativo posee facultades hipotecadoras. Si las cosas salen mal, pagaremos los pobladores, y ellos lo saben a la perfección.

Economistas renombrados de la organización golpista FOSDEH y también los del ICEFI advierten de los peligros de la creación de independientes bolsas presupuestarias supresoras del principio de caja única o de concentración de recursos, porque representan una corrupción emergente al convertirse en una suerte de cajas chicas a disposición de señores feudales vestidos de casimir inglés. Y lo peor, ésta visión en extremo neoliberal rezuma disminución del gasto social y achicamiento del aparato gubernamental potencialmente productivo, lo cual sobrelleva elevados índices de desigualdad. Al ser el fideicomiso una figura de corte netamente mercantil no causa asombro que los fines se enmarquen casi en exclusivo en la rentabilidad del administrador o ministro tenebroso, pues ningún banco brinda la intermediación a título gratuito. Nombres de sociedades anónimas reemplazan a la Tesorería General, síntoma de la sangría aplicada intencionadamente al erario. Asegura el experto en numerología moderna,  Raf Flores, que actualmente la hacienda es nutrida fundamentalmente con los tributos de los empresarios que de verdad arriesgan el pellejo al desafiar extorsionadores pandilleriles y a una estólida Dirección Ejecutiva de Ingresos. Disculpen la redundancia. El gobierno oficial es el supremo rehén del gabinete en la sombra, ergo su disposición a aportar a la causa nacional se ve limitada a escuálidas bolsas de comida. La ENEE, La ENP, el mantenimiento y cobro de peaje en infraestructura vial, aeropuertos, proyectos hidroeléctricos, energéticos, telecomunicaciones, de desarrollo agrícola y forestal y otros servicios públicos como cámaras de seguridad, registro vehicular, compra de medicamentos los ha cogido el dios mercado. Los ideólogos del sistema consideran demasiado importante lo anterior para confiárselo a incultos paganos.
La prensa tarifada ya sea por ánimo desinformador o simple ignorancia omite un factor clave: el fideicomisario o beneficiario del complejo entramado.  

Honduras: Fiduciario y Fideicomisario, la misma persona

Teóricamente el fiduciario actúa como un buen padre de familia, sin embargo de la lectura de las bases de los acuerdos de creación de los fideicomisos se colige la inexistencia de prohibiciones de fideicomiso  a   favor  de  FICOHSA, BANCATLAN o BANCOCCI,  coincidiendo  las calidades de fiduciario y fideicomisario en una misma persona jurídica. El fideicomitente o fiduciante, en lenguaje profano conocido como “la gente”, equivale a cero. ¡No nos ayudes, compadre banquero! Preferimos la orfandad a un padre de tu calaña.

https://volksfighter100.wordpress.com
          

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