Jueves, 23 de Abril 2015 -17:32
Sandra Rodríguez defensoresenlinea.com/
“No
se puede describir lo difícil y triste que es crecer sin papá, es un
vacío que nadie puede llenar, aunque mamá, mis abuelos y tíos me hayan
llenado de cariño, siempre me hizo falta mi padre”.
Son las declaraciones de dos jóvenes, quienes hasta los 12 años de
edad, se dieron cuenta que eran hermanas, además tienen iguales
apellidos, nacionalidad, son hijas del mismo papá, quien las conoció
recién nacidas, pero que no las vio crecer, porque fue asesinado por el
cuerpos represores del Estado de Honduras, en 1992.
Ellas son Breidy Maybeli Sánchez Argueta y Norma Iveth Sánchez Argueta,
ambas de 23 años de edad, e hijas de Juan Humberto Sánchez, un joven
hondureño con muchos sueños e ideales por una sociedad igualitaria, y
era operador de “Radio Venceremos” del Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN) en El Salvador, donde procreó a sus hijas.
Luego de la amnistía número 87-91, decretada en el gobierno del
Presidente Rafael Callejas, Juan Humberto regresó a Honduras donde fue
detenido ilegalmente por el Ejército el 10 de julio de 1992 en horas de
la noche, fue liberado y vuelto a capturar. Su cuerpo fue encontrado el
22 de julio del mismo año en las riberas del Rio Negro (límites de
Honduras y El Salvador), con un disparo en la frente y señales de
tortura.
Sus hijas eran unas niñas de meses, sus madres no volvieron a saber
nada de Juan Humberto, y en ese silencio ellas crecieron, imaginando
como sería tener un papá, “porque ese es un vacío que nadie puede
llenar”, manifestó Breidy.
Durante 10 días el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en
Honduras, COFADEH, realizó diligencias para dar con su destino;
interpuso dos Habeas Corpus en su favor, pero sin resultado alguno.
“Es muy triste crecer sin papá, no saber nada de él, imaginar cómo
sería la vida, por lo que no hemos visto la verdadera justicia”,
compartió Norma.
La denuncia e investigación sobre la desaparición de Sánchez fue presentada por el COFADEH ante la CIDH, en octubre de 1992.
En el año 2003, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Corte IDH,
emitió Sentencia de 7 de junio de 2003, declarando al Estado de
Honduras, responsable por su ejecución, y debía cumplir algunas
disipaciones, entre ellas el Estado pidió perdón a los familiares en el
año 2004, este reconocimiento presidencial fue el segundo paso en el
cumplimiento de la sentencia emitida por el máximo órgano de justicia
interamericano.
El primero se realizó el 25 de agosto de ese mismo año, cuando el Estado exhumó los restos de Sánchez.
Y
el 10 de mayo del 2007, acatando El fiscal general del Estado, Leónidas
Rosa Bautista, encabezando a otras autoridades hondureñas, entregó a la
familia Sánchez los restos de Juan Humberto Sánchez, y pidió disculpa a
sus parientes y prometió continuar las investigaciones del caso.
Pero eso solo fue promesas, han pasado casi 23 años de los hechos en
Colomoncagua, Intibucá, frontera con El Salvador, su familia tuvo que
cambiar de domicilio, sus hijas guardan muchas lágrimas e incertidumbre,
al no entender porque trataron de una forma tan inhumana a su papá, y
todos coinciden en que, si bien es cierto el Estado de Honduras fue
condenado internacionalmente por su asesinato, no ha cumplido a
cabalidad con la sentencia.
La sentencia, en el punto resolutivo número 10, la Corte-IDH decide
que, “El Estado debe continuar investigando efectivamente los hechos
del presente caso en los términos el párrafo 186 de la presente
Sentencia, identificar a los responsables tanto materiales como
intelectuales, así como a los eventuales encubridores, y sancionarlos
administrativa y penalmente según corresponda; que los familiares de la
víctima deberán tener pleno acceso y capacidad de actuar, en todas las
etapas e instancias de dichas investigaciones, de conformidad con la ley
interna y las normas de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos; y que los resultados de las investigaciones deberán ser
públicamente divulgados”.
Aunque si ha cumplido con otros puntos, el anterior no ha tenido ningún
avance, el Estado no ha investigado el caso, por lo tanto no hay
responsables materiales mi intelectuales que respondan por el cruel
asesinato de Juan Humberto Sánchez, recordado como el mártir del Río
Negro.
Breidy manifiesta que no es fácil explicar a cuando su pequeña le
pregunta por su abuelo, situación que hace pensar a Norma, pues aunque
su hijo es más pequeño, también le hará la misma pregunta, y al igual
que su hermana, será difícil encontrar una respuesta.
“Mi papá se puso muy emocionado cuando yo nací” manifiesta Norma,
mientras que a Breidy, hay personas que la encuentran en la calle de su
ciudad natal y le dicen “yo conocí a tu papá” y es que Juan Humberto
Sánchez, luchaba por el bien de los demás y por una mejor sociedad,
comentan a sus hijas.
Otro punto, por el que el Estado permanece en deuda, el numeral 12. “El
Estado, debe implementar un registro de detenidos que permita controlar
la legalidad de las detenciones, en los términos del párrafo 189 de la
presente Sentencia”.
Aunque el Estado ha manifestado su implementación, mencionando dos
casos, el Manejo Nacional Automatizado de Casos y Sistema de Información
(NACMIS) que es un proyecto de comunicación inalámbrica que provee
soporte técnico y de información a las estaciones policiales a nivel
nacional, e inició en 2000, por lo tanto no podría ser el cumplimiento
de una sentencia que se emite varios años después.
También está el Centro Electrónico de Documentación e Información
Judicial (CEDIJ), que tiene como misión sistematizar y divulgar, en
forma continua y actualizada, la jurisprudencia y autos acordados de la
Corte Suprema de Justicia para contribuir a la transparencia, la
formación de doctrina y la seguridad jurídica del país y preparar a los
operadores de justicia, litigantes, sociedad civil y estudiantes de
derecho respecto a la importancia del conocimiento y utilización de la
jurisprudencia nacional, no se refiere tampoco aun registro de
detenidos.
Según la sentencia del Corte-IDH, en este caso, el Estado violó el
derecho a la libertad personal, a la integridad personal, a la vida, a
los derechos y garantías judiciales y a la protección judicial, que no
solo afectó a Juan Humberto Sánchez, sino a su madre María Dominga
Sánchez, Juan José Vijil, Reina Isabel Sánchez, María Milagro Sánchez,
Rosa Delia Sánchez, Domitila Vijil Sánchez, María Florinda Vijil
Sánchez, Juan Carlos Vijil Sánchez, Celio Vijil Sánchez, Julio Sánchez,
Donatila Argueta Sánchez, Breidy Maybeli Sánchez Argueta, Velvia
Lastenia Argueta Pereira y Norma Iveth Sánchez Argueta.
Asimismo, la Comisión señaló que hasta la fecha ninguna persona ha sido
juzgada ni sancionada por “el secuestro, tortura y ejecución” del señor
Juan Humberto Sánchez, por lo que subsiste una situación de impunidad
en relación con el caso. En este sentido, la Comisión también manifestó
que el proceso penal que se ha seguido se ha caracterizado por “falta
de seriedad y eficacia”, ha sido insuficiente y tropezó desde el
comienzo con numerosos obstáculos, entre los que se pueden contar
intimidaciones y amenazas a testigos y a familiares de la presunta
víctima.
Con el paso de los años, las hijas de Juan Humberto Sánchez, han creado
una relación muy estrecha, conversan, se visitan, por temporadas
estudian juntas, “ella es mi mejor amiga” expresa rápidamente Norma,
señalando a su hermana Breidy, quienes planean sus vacaciones para
visitar a sus abuelos en Intibucá.
Ambas disfrutan de la cocina y sueñan con ser mujeres independientes,
profesionales, además dar el mejor ejemplo para sus hijos e hijas, y
continuar estos lazos familiares dentro y fuera del país, que ha logrado
mantener el espíritu de lucha se su papá, Juan Humberto Sánchez, con
quien el Estado continúa en deuda, y es que aún no imparte justicia, aun
no se conoce a los responsables de este crimen de lesa humanidad.
http://www.defensoresenlinea.com/cms/index.php?option=com_content&view=article&id=3479:honduras-continua-en-deuda-por-crimen-de-juan-humberto-sanchez&catid=37:mem-y-imp&Itemid=150
jueves, 23 de abril de 2015
Honduras continúa en deuda por crimen de Juan Humberto Sánchez
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