martes, 26 de agosto de 2014

Honduras: Crisis Sanitaria.


Isaí Gutiérrez Andino
Neurocirujano

 



Vivimos una crisis nacional , una interminable crisis , pérdida de confianza en las instituciones por la corrupción que impunemente ha penetrado la administración publica , la empresa privada y a los mismos operadores de justicia en niveles insospechados .Violencia de proporciones monumentales que tiene paralizada a la población , los buenos paralizados de miedo mientras los malvivientes se movilizan a sus anchas. Inoperancia , irresponsabilidad , ineficiencia e injusticia del gobierno que predica cínicamente austeridad y transparencia pero practica despilfarro y políticas de secretividad .
Honduras vive según estudiosos un ¨ciclo de estancamiento¨ para el año 2000 el 65.3 % de los Hondureños vivían en la pobreza , para 2013 seguimos prácticamente igual ; 64.5 %.
El sistema sanitario no escapa a esta crisis y esta situación calamitosa es más evidente en los hospitales , que por la gravedad de los casos que debe atender pone de manifiesto en forma más dramática y dolorosa la carencia inaceptable de medicamentos e insumos.

Esta situación que se ve tan lejana cuando no nos afecta personalmente pero es una tragedia que ocurre cada hora , cada minuto en nuestros hospitales , nuestros compatriotas ya están muriendo por falta de una atención mínimamente aceptable y oportuna , sin medicamentos suficientes y adecuados, sin suministros , en edificios deplorables que inveteradamente no han recibido mantenimiento y con un personal sanitario desmotivado , insatisfecho y frustrado .No es fácil convivir con el dolor de la enfermedad y no tener los recursos adecuados para enfrentarlo y encima de eso con sus derechos violentados asumiendo la responsabilidad total ante los pacientes y la opinión publica de un sistema colapsado.
La realidad no puede ser otra en un país cuyo presupuesto de salud de 12,500 millones de lempiras solo representa el 6.83 % del presupuesto general de la república. En Honduras según datos del banco mundial solo se invierte en salud 195 dólares anuales per capita mientras Belice invierte 259 , Costa Rica 951 , Canada 5741 y Estados Unidos 8895 .
Por otro lado el Ministerio de desarrollo e inclusión social que maneja programas como el bono diez mil , que ha sido cuestionado por su falta de rigurosidad en la asignación de este beneficio y la crítica de algunos sectores que cree que son programas para hacer proselitismo político tiene un presupuesto de 70,368 millones .
El gobierno debe volver su mirada al sector salud y lejos de recortar su presupuesto, debe reasignar recursos de programas que no han demostrado tener impacto duradero en la mejora de la calidad de vida de la población, se debe fortalecer la red de atención primaria, hay estudios que establecen que más del 60 % de las emergencias que se atienden en el Hospital Escuela por ejemplo podrían ser atendidas en los centros de salud y los hospitales de área. Si la situación no es nada halagadora en los hospitales de la cúspide de la red sanitaria es fácil imaginar cómo será la situación en los hospitales regionales. El estado no puede rehuir su responsabilidad constitucional de brindar atención en salud dejándole esta responsabilidad a otras instituciones cuyo quehacer no tiene que ver con la función asistencial de la salud.
La secretaria de salud debe despabilarse y ser proactiva y no solo tener una actitud reactiva a los escándalos mediáticos como el que ocurrió en el Hospital Catarino Rivas donde han sancionado y despedido empleados , pero ¿ quien va a sancionar a los altos mandos del gobierno ? . Si no hubiese salido a la luz pública el caso desafortunado del paciente que falleció y que presentaba una miasis (enfermedad por larvas de mosca) seguramente la secretaria de salud no hubiese intervenido el hospital.
Ojala y se pueda crear un ambiente de dialogo y conciliación entre el gobierno y los sectores gremiales y sindicales del sector salud y evitar confrontaciones con sus ¨sesiones informativas¨ en los cuales siempre sale más perjudicado el que más sufre y necesita, tristemente el paciente.

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