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Por Rosie Wong
Hoy,en Abril 2014, una comunidad
Lenca continúa manteniendo una toma en la entrada del proyecto hídroeléctrico
Agua Zarca, en Río Blanco, Honduras.
La toma autogestionada
empezó desde hace doce meses, el 1 de abril de 2013, para ser preciso. En este
momento, la contratista Hondureña Desarrollos Energéticos S.A. (DESA), y la
compañía constructora, que pertenece al estado de China, empezaron a destruir
los cultivos de la comunidad para imponer el camino para este proyecto de
muerte.
Quizá ya han sabido que en esta comunidad, durante el
curso del bloqueo, ha perdido la vida al menos una persona, asesinado por
el ejército, en julio de 2013. También la misma comunidad ha sido objeto de al
menos una amenaza de masacre por la policía, en noviembre de 2013. Y mientras
tanto, han enfrentado hostigamiento constante en los reténes policiales y
militares todo el tiempo.
En la toma, quedan algunos
palos, mucho alámbre, montónes de recuerdos y tantas otras historias aún por
conocer.
Este enero de 2014 pasado,
abajo de la lámina en una cocina comunitaria al aire libre, mientras una olla
grandota de atol se hervía y la compartiamos – con much@s de nosotr@s
regresando por más – conversamos con Rosa, Miguel, y Ana (*cambiamos los
nombres por razónes de seguridad) para escuchar algunas de sus historías, para
tener una idea de como sería continuar en resistencia así con una represión tan
severa. He estado pendiente de las noticias desde el otro lado del mundo, y
estuve agradecida y asombrada por fin estar allí.
“La primera vez que
supimos de este proyecto de la represa de Agua Zarca fue en 2005, que fue que
ellos venían con unos helicopteros volando, que ponían unas cintas. La lucha
comenzó desde allí porque nosotros siempre estamos en contra de ellos, nunca
entendieron; el ingeniero Castillo y sus representantes siempre insistieron en
ofrecer y todo. Cuando nos tomamos la calle fue cuando vimos que ellos a
nosotros nos trataban como si nosotros no fueramos seres humanos igual que
ellos...”
“Ellos tiraron el tractor
encima del las maiceras, había una maicera que ya estaba espigando, estaba en
elote y ellos no tuvieron compasión, echaron el tractor, y destruyeron los
frijoleras, los yucales, palos de narajas, guineos. Han destruido la tierra
también. Con los tratores han hecho calles dónde no tienen que hacer calles
porque en esta tierra nadie les han dado permiso a que anden por allí.”
Eso fue en el mes de marzo
de 2013, mientras la compañía se preparaba para construir una cortina para
represar el Río Gualcarque.
“Pues fue en este momento
que nosotros dijimos que nos ibamos a oponer a ellos,” Rosa
siguió.
“Nos habian prometido unos
proyectos, entonces nosotros dejamos unos 3 años a ellos para que hicieran eso y
nosotros vimos que ellos estaban trabajando en nuestros territorios y hacían sus
cosas pero de los proyectos no se acordaban, entonces nosotros por eso hoy, ya no
queremos nada – cero proyectos y que ellos se vayan. Los proyectos tiene que
hacerlos el gobierno. Nosotros no queremos ninguna
represa.”
Siendo de carácter tan
humano y teniendo vidas tan conectadas a la naturaleza, Rosa, y muchas otras y
otros, tuvieron desde alli una determinación gigante para hacer salir a la
represa una vez.
La propuesta para la toma
surgió de una asamblea comunitaria, y desde este momento la comunidad estuvo
comprometida para detener a las personas y máquinas del proyecto Agua Zarca para
que no entraran. La construyeron y mantuvieron esta barricada con palos grandes,
mucho alambre, y con sus propios cuerpos y espiritus, en un punto de entrada al
plantél. Este punto se llama El Roble, dónde queda un roble hermoso y fuerte.
Rosa estuvo allí desde el primer día del bloqueo – desde las 5 en la mañanita,
el 1 de abril de 2013.
Ana se metió en la
conversacion. “Cuando empezamos la toma, amanecieron allá pue, allá bastante
gente que amanecieron en la toma día y noche y hacía la comida y todo. Entonces
dejaron de amanecer allá cuando mataron a Tomás. Cuando mataron a Tomás ese día
dejaron de amanecer allá, ...no dejaron la toma, la toma siempre si, pero
amanecer...”
EL DÍA QUE LO MATARON A TOMÁS
Fue en el plantel de la
represa dónde mataron al Tomás. Yo nunca he estado en el plantel, pero hemos
paseado por el lodo café de las montañas verdes dotadas de flores silvestres,
rosadas, moradas, y amarillas, chupando caña, mirando hacía abajo el plantel,
mientras Rosa nos llevaba a la escena de ese día. Un grupos de uniformados (de
ejército) a servicio al proyecto Agua Zarca estuvieron allí en el
plantel.”
“Nosotros ibamos simplemente a hablar con ellos, para que ellos se retiraron de acá, porque no
tenían porque estar acá,” dijo Rosa. “Ellos no esperaban palabras ni nada de
nosotros, sino que directamente se fueron, agarraron las armas, y dijeron a
disparar. Y dispararon frente al cuerpo, de Tomás García, y lo mataron a él. hiereron a un hijo también, que gravemente se lo llevaron para hospital. Ellos
no esperaron que hablara nadie. Nadie de nosotros, ni, ellos. Sino que tras
llegando, ellos nos acribillaron.”
Ana dijo que se quedó en la toma atendiendo los frijoles
cuando la mayoría iban al plantel.
“Nunca habían disparado
antes. Cuando oí los disparos y le dije a este Jaime, 'Oigalo,
disparo.'
“Si, pero ese es en blanco', me
dijo”
¿Como se distingue entre el
sonido de disparo y lo de cuetes o de otra cosa? Me pregunté. ¿Y a la distancia,
sin información, como reaccionaría? ¿Con horror? ¿Denegándolo? Cuando uno no se
sabe.
“Allí fue cuando ya ratos
llegaron, que no muchacho que no conocí me dijo, 'mataron a Tomás” Ana continuó.
“Digame los nombres, me dice que se llama Tomás, ¿es de Copinh? Y él me
contestó, 'no, otro Tomás, es Tomás García,' Cuando llegó el muchacho y yo fuí a
ver al Tomás ya había muerto.”
Contestando una pregunta
acerca del estado del hijo de Tomás, Rosa dijo, “Por la voluntad de dios se ha
recuperado,” ella suspiró, “pero un poco, él siempre necesita examen o otra cosa
porque sabe que una gente baleada, el veneno de la bala siempre queda bañando el
cuerpo de la persona.”
De nuevo, me pregunté,
¿sabemos todas y todos esto? ¿O sea que este conocimiento viene con las
realidades que nos enfrentamos?
La policía llegó a la casa
modesta de la familia de Ana, el día que ella no estuvo. Su cipote lloraba. Ella
sabía que lo golpearon. Ana dijo que la unica persona que le había dicho lo que
pasó fue al fiscal que vino. “le voy a decir, mi mama, solo a
él.”
Los dolores son personales
y políticos políticos, y este 5 de marzo de 2014
María Santos, la hermana de Tomás García y la tía de su hijo herido de bala, se
enfrentó con siete hombres que la atacaron con machetes, rajando su cabeza y
pecho. Estaban
matándola. Su esposo Roque los rogó para que la dejaran de
matar, y a él
lo agredieron y lo hirieron. Mientras, el hijo, viendo su mamá agredida y
sangrando, corrió hacía su lado. Los poseedores de machetes lo rajaron, cortando
su oreja y cara.
Es dificil, con una visita
o dos, saber como es para las y los que han vivido esto, o que viven en una
comunidad dónde tales ataques pasan, y reiteradamente. La primera vez que
escuché hablar a la María fue cuando habló en un video por el río, recién
despues de que a su hermano Tomás lo mataron. En el video, dijo que también
defendería con su vida este río, y que si la mataran, sería un orgullo para
ella, a entregar su vida a esta lucha.
Se ve, en los ojos, en las
palabras, y en las acciones de la gente, que hay un amor indiscutible para el
río Gualcarque y la tierra.
“Nosotros siempre nos
identificamos como indígenas porque somos indígenas, aunque ellos nos niega que
somos indígenas, pero somos indígenas,” confirmó Rosa.
“
“Con la tierra y los ríos,
nosotros aquí creemos, y siempre hemos creido, que la tierra tiene unos dueños y
unos espíritus, que son quienes nos están acompañando que son quienes nos están
ayudando, y nos van a seguir ayudando. El rio tiene unos espíritus que se llaman
la niïa, y esos nos ayudan bastante al río, y a
nosotros...”
Miguel nos enseñó que,
siendo un pueblo indígena, tienen derechos al territorio, igual también tienen
una disposicion para morir defendiendolo todo, porque “los ríos se protegen, no
se venden, porque si nosotros vendieramos los ríos y toda la naturaleza, estamos
comprando la muerte.”
LESIONES PROFUNDAS, PERO CON UNA CONVICCIÓN AÚN MÁS
PROFUNDA, SIGUEN EN LA LUCHA
Una pregunta se me repitió en la cabeza, “pero ¿¡como!? ¿Como puede pasarle tanto y todavía seguir en pie de lucha?”
Puede existir magia entre
la gente, y las relaciones entre ellas y ellos y su medioambiente. Diferentes
apoyos pueden haber contribuido. Encontrándose con Guatemaltec@s que enfrentan los
mismos problemas, ayudándose a“mantener los ánimos para que sigamos defendiendo
lo que es de nosotros, y a que digamos la verdad,” como dijo Miguel.
Participando en talleres y capacitaciones, Ana me dijo que,
“hoy somos muchos más que sentimos capaz de hablar, de darle voz a la lucha.”
Visitas de las y los defensores de derechos humanos desde otros rincones de
Honduras y del mundo dan más capas de seguridad y de ánimos compartidos, aún que
no sean muy fuertes.
La compañía China Sinohydro
había salido. DESA todavía está, pero Rosa y Ana observaron que los trabajadores
de construcción ya no están trabajando allí.
Dijo
Ana,“miren nosotros necesitamos que la represa se vaya ya una
vez por todas. La tierra nos pertenece. ¿Como vamos a comer, porque echamos
frijoles, guineos, maíz, yuca, todo, entonces si mete la represa nosotros no
vamos a comer nada!”
“Es una lucha muy grande, es tan dificil, pero al mismo tiempo llena de energía y hermosa,” Rosa nos dijo. “A nosotros nos
ha tocado mucho sufrir acá, con nuestros hijos y los compañeros y todos acá,
pero nosotros siempre seguimos acá adelante, y vamos a seguir aquí,
porque eso es lo que nos queda – puede llover, puede tronar, puede relampaguear,
puede haber lo que hay y nosotros vamos a seguir aquí en El roble.”
Versión original en inglés:
http://intercontinentalcry.org/one-year-later-rio-blanco-still-holds-strong-22592/
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