Álvaro García Linera se convierte en la estrella indiscutible de la primera jornada del Congreso.
En cinco claves, dibujó el camino que deben seguir las fuerzas alternativas para recuperar la democracia.
La ovación cerrada que el Pleno del IV Congreso del Partido de la izquierda Europea (PIE) brindó este viernes a Álvaro García Linera sonó a agradecimiento. Agradecimiento por la lección magistral que el vicepresidente de Bolivia acababa de impartir ante las delegaciones de los 33 partidos del PIE que
se han desplazado hasta Madrid y que se resumió en una reflexión final
de altura: "Les deseo y les exijo que luchen, luchen y luchen. No nos
dejen solos, los necesitamos a ustedes, a una Europa que no sólo vea a distancia lo que sucede en el resto del mundo, sino a una Europa que vuelva a alumbrar el destino del continente y el destino del mundo".
Media hora antes, al inicio de su intervención, García Linera había
explicado cómo ve Latinoamérica a Europa hoy. Una visión que no era
buena precisamente: "Vemos una Europa que languidece, una Europa
abatida, una Europa ensimismada y satisfecha de sí misma, hasta cierto
punto apática y cansada.
Sé que son palabras muy feas y muy duras, pero así lo vemos. Atrás ha quedado la Europa de las luces, de las revueltas, de las revoluciones. Muy atrás ha quedado la Europa de los grandes universalismos que movieron y enriquecieron al mundo y que empujaron a los pueblos de muchas partes del mundo". Linera bajó un poco el tono explicando que la Europa de la que hablaba no era la de los pueblos, la de los europeos, sino el concepto en sí mismo de Europa.
Sé que son palabras muy feas y muy duras, pero así lo vemos. Atrás ha quedado la Europa de las luces, de las revueltas, de las revoluciones. Muy atrás ha quedado la Europa de los grandes universalismos que movieron y enriquecieron al mundo y que empujaron a los pueblos de muchas partes del mundo". Linera bajó un poco el tono explicando que la Europa de la que hablaba no era la de los pueblos, la de los europeos, sino el concepto en sí mismo de Europa.
"No es el pueblo europeo el que ha perdido la virtud ni la esperanza,
porque la Europa a la que me refiero no es la de los pueblos", dijo.
Esa, según García Linera, "está silenciada, asfixiada" y "la única
Europa que vemos en el mundo es la de los grandes consorcios, la Europa
neoliberal, la de los mercados y no la del trabajo". "Carentes de
grandes dilemas, horizontes y esperanzas, sólo se oye, parafraseando a
Montesquieu, el lamentable ruido de las pequeñas ambiciones y de los
grandes apetitos".
La democracia fosilizada
El discurso de García Linera iba tomando forma y pasaba de la pura
teoría política a su reflejo en la sociedad actual. El vicepresidente
boliviano advirtió de que "una democracia sin esperanza y sin fe, es una
democracia derrotada. Una democracia fosilizada. En sentido estricto,
no es una democracia", advirtió. ¿Y cómo hemos llegado hasta ahí?
Porque el capitalismo ha mutado y se ha convertido en un "capitalismo
depredador" que acumula "por expropiación". "Expropiación ocupando
espacios comunes, biodiversidad, agua, conocimientos ancestrales,
bosques, recursos naturales, es una acumulación por expropiación de
riqueza común que deviene en riqueza privada. Y esa es la lógica
neoliberal", explicó.
"Las respuestas que teníamos antes son insuficientes, si no, no estaría gobernando la derecha en Europa"
A ese nuevo capitalismo, García Linera le añadió otra clave:el
nacimiento de una nueva clase trabajadora "de cuello blanco". Hablaba el
dirigente latinoamericano de "profesores, investigadores, científicos,
analistas", que componen un proletariado difuso que ha provocado que las
formas de organización a las que la izquierda se había acostumbrado ya
no existen como tal. Y por tanto, no tiene respuesta, ni solución. "Las
respuestas que teníamos antes son insuficientes, si no, no estaría
gobernando la derecha en Europa. Algo está faltando a nuestras
respuestas y propuestas", avisó.
García Linera apeló aquí al "qué hacer" leniniano y pasó a enumerar las
que según él son las soluciones. Al menos, eran consejos. Pero consejos
de los del hermano mayor que ya ha pasado antes por la indecisión y
parálisis en las que se encuentra las fuerzas alternativas de Europa. "La izquierda europea no puede contentarse con el diagnóstico y la denuncia.
Esto sirve para generar indignación moral y es importante la expansión
de la indignación, pero no genera voluntad de poder. La denuncia no es
una voluntad de poder. Puede ser la antesala, pero no es la voluntad de
poder. La izquierda europea, a esta vorágine depredadora y destructora
que lleva adelante el capitalismo, tiene que comparecer con propuestas.
La izquierda europea tiene que construir un nuevo sentido común en el
fondo de la lucha política. La izquierda tiene que luchar por un nuevo sentido común progresista revolucionario y universalista".
Las instituciones no lo son todo
Primera cuestión aclarada, García Linera pasó a la segunda: la
democracia. "Necesitamos recuperar el concepto de democracia. La
izquierda siempre ha reivindicado la bandera, es nuestra bandera, la de
la justicia, la igualdad, la participación. Pero para eso tenemos que
desprendernos de la concepción institucional. La democracia es mucho mas
que las instituciones. Es mucho más que votar y elegir el Parlamento.
La democracia son valores, los principios organizativos del
entendimiento del mundo: tolerancia, pluralidad, libertad de opinión. La
democracia es práctica, es acción colectiva, es creciente participación
en la administración de los espacios comunes. Hay democracia si
participamos en lo común. Si tenemos como patrimonio el agua, entonces
la democracia es participar en la gestión del agua".
"No hay que caer en la lógica de la economía verde, que es una forma hipócrita de ecologismo"
Pero eso, no es suficiente. La izquierda, según el dirigente boliviano,
tiene que recuperar también "la reivindicación de lo universal, la
política como bien común, la participación en la gestión de los bienes
comunes, la recuperación de los comunes como derecho: la salud, el
trabajo, la sanidad, la protección de la madre tierra, de la
naturaleza... Son derechos universales, son bienes comunes universales
frente a los que la izquierda tiene que plantearse medidas concretas" y
sobre todo "reivindicar una nueva relación metabólica entre el ser
humano y la naturaleza. No hay que caer en la lógica de la economía
verde, que es una forma hipócrita de ecologismo", advirtió. "Hay
empresas que parecen ante ustedes como protectores de la naturaleza pero
esas mismas empresas nos llevan a nosotros a la Amazonia todos los
desperdicios que aquí se generan. Aquí son defensores y allí
depredadores.Han convertido la naturaleza en otro negocio".
Tras la ecología, "no cabe duda de que necesitamos reivindicar la
dimensón heróica de la política", dijo García Linera anunciando el
siguiente punto de su receta. "Gramsci decía que en las sociedades
modernas, la filosofía y un nuevo horizonte de vida tienen que
convertirse en fe en la sociedad. La izquierda tiene que ser la
estructura organizativa flexible y unificada que sea capaz de despertar
la esperanza, una nueva fe. No en el sentido religioso, sino una fe que haga posible salir de los espacios estancos".
Los puntos en común
"La izquierda tan débil de hoy no puede darse el lujo de distanciarse",
avisó, haciendo obvio que iba a habar de lo que está siendo uno de los
ejes principales del Congreso: la unidad. "Habrá diferencias en 20
puntos, pero coincidimos en 100. Guardemos los otros 20 para después.
Somos demasiados débiles para seguir en peleas de capilla
distanciándonos del resto".
"La izquierda tan débil de hoy no puede darse el lujo de distanciarse"
Hubo aún más Gramsci antes de terminar. "Hay que asumir otra lógica gramsciana",
dijo García Linera. "Articular, promover, hay que tomar el poder del
Estado, hay que luchar por el Estado. Pero el estado es fundamentalmente
idea como creencia de un orden común, de un sentido de comunidad. La
pelea por el Estado es una pelea por un nuevo modo de unirnos. Y eso
requiere haber ganado previamente las creencias. Haber derrotado a los
adversarios en la palabra, el sentido común, las concepciones dominantes
en el discurso, en la percepción del mundo, en las percepciones
morales".
Eso, advirtió, "requiere un trabajo muy arduo". Porque "la política es
fundamentalmente convencimiento". Y ese convencimiento es el les exigió
para que "luchen, luchen, luchen" y "no nos dejen solos, los necesitamos
a ustedes, a una Europa que no sólo vea a distancia lo que sucede en el
mundo, sino una Europa que vuelva a alumbrar el destino del continente y
el destino del mundo". Los más de 300 delegados y la mesa del Congreso
se pusieron en pie y aplaudieron. Aplaudieron conscientes de que posiblemente Latinoamérica y su 'no' a las políticas de las
que reniega la izquierda europea, es el modelo a seguir.http://ferreco.blogspot.ch/2013/12/alvaro-garcia-linera-4th-european-left.html | ||||||||
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PERO que chistoso García Linera, el teórico del capitalismo andino amazónico, aparece como líder de izquierda. Es la prueba de que esta izquierda, que hace de anfitriona, está cada vez más derechizada y está bebiendo de la mano del capitalismo.
ResponderEliminarPero qué chistoso, García Linera, el teórico del capitalismo andino amazónico, el postmodernista, el que ofreció cajones a los mineros para que se entierren, el que ha hecho más ricos a los ricos y cuyo gobierno es aliado de potentados capitalistas y empresarios escondidos bajo el nombre de cooperativistas, aparece pavonándose de izquierdista. Es prueba clara de que esa izquierda que hace de anfitriona, está cada vez más derechizada y comiendo de la mano del capitalismo.
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