miércoles, 30 de octubre de 2013

HONDURAS: Fiscales General y Adjunto pretenden desarticular Fiscalías de Derechos Humanos y Contra la Corrupción

Escrito por Redacción en Miércoles,/30/10/2013 - 10:02                



  • Fiscal Rosa Seaman: “La decisión de los Fiscales Generales, que implica un estrangulamiento y desarticulación de la Fiscalía Especial de Derechos Humanos.
  • Fiscal Edy Tabora: “Me están mandando a Tocoa, Colón para que me maten, porque los estoy incomodando”.
  • Fiscal Jhon Cesar Mejía: “Fiscal de Derechos Humanos que no tiene conciencia social, no debe ser Fiscal de Derechos humanos”.
Tegucigalpa, Honduras (Conexihon).- “Me están mandando a Tocoa, Colón para que me maten, porque los estoy incomodando” denunció esta mañana el Fiscal de Derechos Humanos, Edy Tábora, trasladado por las autoridades del Ministerio Público a ese municipio, como Fiscal Ad-Hoc para que atienda, los casos relacionados con la problemática agraria de la región del Bajo Aguán, que ya ha cobrado la vida de más de un centenar de campesinos en los últimos años.
 El traslado se produce en medio de una escalada iniciada por los nuevos Fiscales General y Adjunto, Oscar Chinchilla y Rigoberto Cuellar, con el propósito de desarticular la Fiscalía de Derechos Humanos, en un contexto de altos índices de violencia y la cercanía de un proceso electoral, en el que puntea las intenciones de voto, Xiomara Castro, víctima junto a su esposo, Manuel Zelaya Rosales y al pueblo hondureño, del Golpe de Estado de junio del 2009.
La decisión del Ministerio Público estimula fuertes suspicacias sobre las verdaderas motivaciones de los cambios, que abarcan mayoritariamente al equipo de la Fiscalía de Derechos Humanos, que lideró las últimas semanas, una protesta por los bajos salarios que devengan muchos fiscales, incluyendo al mismo Tábora, cuyo salario es de 21 mil lempiras mensuales, pero sólo percibe un poco más de 9 mil, porque se autofinanció la Maestría en Derechos Humanos, que hoy lo acredita como un experto en la materia, y está pagando la deuda.
Me atrevo a afirmar, que estas acciones de las nuevas autoridades del Ministerio Público buscan reducir al mínimo la capacidad de respuesta de la Fiscalía de Derechos Humanos frente a posibles casos de violaciones masivas de derechos humanos, y debilitar a la Fiscalía contra la Corrupción, para impedir que investigaciones sobre sonados y millonarios casos de corrupción, como los del ex alcalde de la capital, Miguel Pastor y el ex Ministro de Salud Pública, Arturo (Tuky) Bendaña, terminen en requerimientos fiscales en medio del proceso electoral.
Esa y no otra, es la razón por la que el viernes anterior fueron removidos de sus cargos y trasladados a otras fiscalías, la Fiscal Especial y el coordinador de la Fiscalía Contra la Corrupción, Patricia Domínguez y Luis Javier Santos, quienes al parecer incomodan con su trabajo responsable, a las más altas autoridades del Ministerio Público, que están allí a servir a los grupos de poder fáctico, que promueven y protagonizan actos de corrupción, y además aseguran impunidad.
Santos, profesional íntegro y uno de los mejores fiscales que ha tenido esa Fiscalía, protagonizó en el 2008 una histórica huelga de hambre que se prolongó por 38 días, exigiendo que se desengavetaran muchos casos de corrupción que involucraban a prominentes políticos y empresarios del país, y aunque ello no sucedió, si se disparó exponencialmente la conciencia ciudadana sobre la necesidad de combatir y perseguir ese flagelo.
Unos meses después, santos fue víctima junto a su pequeño hijo, de un atentado criminal que lo puso al borde de la muerte. Se vio obligado a salir del país para recuperar su salud física y emocional, pero aprovechó el tiempo haciendo estudios superiores para afinar su trabajo de perseguir a los corruptos de toda ralea.
Los requerimientos por corrupción que ambos fiscales tienen muy avanzados, resultarían inconvenientes, incomodísimos, al candidato presidencial del partido en el gobierno y Presidente del Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, ya que los dos personajes investigados son miembros de su partido. Una acusación tan cercana a las elecciones del 24 de noviembre, resquebrajaría la posibilidad de acuerdos internos en el partido de gobierno, que pudieran derivar en un mayor respaldo de las bases nacionalistas a sus aspiraciones presidenciales, debilitadas por la falta de unidad partidaria.
En ese propósito, y bajo la “coartada”de un supuesto control de calidad, para mejorar la eficacia del Ministerio Público, la semana anterior circuló por todas las fiscalías, menos la de Derechos Humanos, un oficio instruyendo la remisión de requerimientos fiscales contra altos funcionarios, a la Fiscalía General, la Adjunta y la Dirección de Fiscales, antes de ser presentados en los tribunales.
Justificación trivial, insulsa, si se toma en cuenta que desde que llegaron al Ministerio Público, las actuales autoridades han separados de sus cargos a seis fiscales con Maestría en Derechos Humanos, ocasionando un grave impacto, en la capacidad institucional de asegurar la protección de los derechos de la sociedad hondureña.
No hay duda que el verdadero propósito de las destituciones y traslados, es cerrar el círculo de poder que ha impuesto el Presidente del Congreso Nacional sobre el sistema de justicia del país, para garantizar impunidad para él y sus cercanos, que comenzó con la destitución de cuatro magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, continuó con la creación de la Policía Militar del Orden Público (PMOP) y siguió con la destitución abrupta de los anteriores Fiscales Generales y el nombramiento ilegal de los actuales.
Ahora está tratando de quitarse las piedras del zapato que encarnan fiscales de derechos humanos y fiscales contra la corrupción, profesionales e independientes. De lograrlo, sólo le quedaría pendiente nombrar anticipadamente un Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas a su gusto y, agárrense.
“Fiscal de Derechos Humanos que no tiene conciencia social, no debe ser Fiscal de Derechos humanos”. John César Mejía, Fiscal Especial de Derechos Humanos, con catorce años de servicio en el Ministerio Público, especialista en Derechos Humanos, nombrado por méritos propios hace menos de cinco meses, fue removido hoy del en el cargo y enviado nuevamente al departamento Intibucá.
Él está molesto y con toda razón, apenas estaba acomodándose a la nueva responsabilidad que le asignaron sin buscarla, cuando a sus nuevos jefes, Chinchilla y Cuellar, se les ocurrió destituirlo sin que hasta ahora le hayan informado las razones, ni siquiera verbalmente.
Y está más molesto, porque desde el Ministerio Público se ha hecho correr el rumor de que estarían destituyéndolo por supuesto enriquecimiento ilícito, en un afán de desprestigiarlo, y que su destitución no produzca el repudio de la sociedad hacia quienes lo expulsan del cargo para poner un incondicional en su lugar y en los de sus compañeros Edy Tábora y Rosa Seaman.
Por eso este día, dijo en conferencia de prensa manifestar que no tiene ningún problema con que lo investiguen, que puede comprobar el origen de los dos únicos bienes que posee, que son la casa que está pagando todavía al banco y el vehículo que usa, y exigió que públicamente se aclaren las causas de su separación y la de sus compañeros, para que se sepa la verdad.
Durante los cinco meses que John César Mejía condujo la Fiscalía de Derechos, se presentaron más de 60 acusaciones en contra de agentes del estado, se obtuvieron 16 sentencias condenatorias y se participó en más de 20 juicios por violaciones a derechos humanos contra agentes del estado.
Mejía ponderó asimismo, las cualidades de sus compañeros rotados a otras fiscalías y dijo que además de capacidades profesionales tienen el compromiso de retribuir a la sociedad, las oportunidades de prepararse en el extranjero.
“Fiscal de Derechos Humanos que no tiene conciencia social, no debe ser Fiscal de Derechos humanos”, respondió contundentemente, cuando la prensa insistió en que su destitución podría obedecer a su participación en los plantones de protesta en demanda de incremento salarial, persecución a los responsables de manejos irregulares del presupuesto del Ministerio Público y la aprobación de un manual de puestos y salarios.
“Me están enviado a que me maten”
Más grave es la situación que enfrentará el Fiscal Edy Tábora, víctima reciente de amenazas, golpes y detención ilegal por parte de agentes policiales de la ciudad de Santa Rosa de Copán. Como la mayoría de los fiscales de Derechos Humanos, ha estado investigando denuncias de delitos que involucran a agentes el estado, mayoritariamente militares y policías.
Hoy se le trasladó, inconsultamente y sin ningún tipo de protección, a la ciudad de Tocoa, Colón, atestada de policías y militares (Fuerza de Tarea Conjunta Xatruch), que actúan con total impunidad, bajo prácticas propias de la Doctrina de Seguridad Nacional y en apoyo a los ejércitos privados de Miguel Facussé, René Morales, Reynaldo Canales y otros grandes terratenientes de la zona.
Hasta allá se le envió, como Fiscal AD-HOC para que atienda y resuelva los conflictos de tierras del Bajo Aguán, que el propio gobierno no ha podido resolver, en un gravísimo acto de irresponsabilidad y a la vez de represión, por su independencia y profesionalismo.
“Aquí hay una clara sanción, sobre todo a la compañera Rosa Seaman y a mi persona, porque hemos venido a la Fiscalía de Derechos Humanos a evolucionar la protección de los derechos humanos, como el caso del amparo que presentamos ante la Sala Constitucional, para la protección del derecho colectivo a la salud, lo que ha incomodado a las autoridades, porque develamos lo que ha sucedido con la reducción del presupuesto de salud”, expresó.
“Ellos dicen que no tenemos derecho a exigir que se acuse a las personas que dilapidaron los bienes del Ministerio Público… quieren allí a una persona que les ayude a manipular los casos de derechos humanos, quieren manipular los casos contra la corrupción”, dijo Tabora.
Se le manda a la boca del lobo y él tiene plena conciencia de lo que ello implica. “Me están mandando a Tocoa, Colón para que me maten, porque los estoy incomodando” dijo, y luego agregó, "Me están condenando a muerte, al enviarme sin ningún mecanismo de protección, ya que en ese sector hay una fuerte presencia de policías y militares de quienes existen antecedentes por violaciones de Derechos Humanos debidamente registradas", denunció.
Y seguidamente responsabilizó a sus jefes por lo que le suceda en aquel lugar, pero informó que ya han acudido a poner la denuncia a instancias internacionales de protección de los derechos humanos, así como a la oficina de las Naciones Unidas en Honduras.
Varias maestrías, postgrados, pero igual la removieron
La fiscal Rosa Seaman, una de las profesionales más capacitadas del Ministerio Público, con varias maestrías y postgrados en universidades europeas, no se siente apreciada por sus jefes, que dicen querer que el trabajo del Ministerio Público sea más efectivo, pero la removieron de su cargo. Ella denunció, que sus despidos, obedecen a la falta de voluntad política para perseguir las violaciones a los derechos humanos, por parte de las más altas autoridades de la institución.
“Lamentamos la decisión de los Fiscales Generales, que implica un estrangulamiento y desarticulación de la Fiscalía Especial de Derechos Humanos (…) Hemos venido acá con la única finalidad de promover y proteger a las personas más desprotegidas, hemos venido acá con la intención de devolverle al pueblo hondureño lo que se nos ha dado, la oportunidad de estudiar afuera. Hoy estamos evidentemente haciendo bien nuestra buena labor y sentimos que nuestra salida, es nada más una muestra de que efectivamente estamos haciendo un buen trabajo”, expresó.
Y continuó, “hemos denunciado en foros públicos la falta de voluntad del estado de investigar casos de violaciones de derechos humanos y esta es una clara evidencia. Vemos que la agenda de este gobierno no es esa, no es proteger los derechos humanos y sentimos que nos están violando nuestros derechos… Sentimos que hoy nos quitan la trinchera para seguir defendiendo a la sociedad hondureña”.
Seaman que cuenta con un excelente desempeño en la Fiscalía de Derechos Humanos, pero fue trasladada hoy a la Fiscalía de la Niñez, informó que han acudido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a denunciar lo ocurrido y solicitar las medidas de protección que corresponden. Tanto ella como el fiscal Edy Tábora, estaban conociendo de las denuncias presentadas ante el sistema interamericano por defensoras y defensores de derechos humanos, ahora tendrá que hacerse cargo, alguien más.
Entre casos más recientes presentados por ella ante los tribunales de justicia están los requerimientos fiscales contra el pastor Evelio Reyes, el Jefe de la Policía Metropolitana #1, el Ex Director General de Servicios Especiales Preventivos y la Ex Directora del Patronato Nacional de la Infancia, por discriminación antisindical. La fiscal dijo que como fiscales tienen un compromiso claro con los derechos humanos pero no les ha quedado otra opción que salir a la protesta, a la palestra pública, para decirle a la sociedad hondureña que los fiscales tienen un compromiso, pero no les dan las herramientas necesarias para seguir haciendo su labor.
“Si la protesta ha molestado, no importa, si nos han removido y sino podemos obtener el reintegro… quiero decirle a la sociedad hondureña que como fiscales seguimos con el compromiso de seguir defendiendo los derechos humanos desde el lugar que se nos asigne, que ese es nuestro compromiso ”, concluyó las fiscal Seaman. ¿Voy bien, Camilo? Vas bien, Fidel!

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