lunes, 26 de agosto de 2013

HONDURAS: La Nueva Esperanza: Hasta ahora una situación de impunidad flagrante

by PROAH

A pesar de la preocupación nacional e internacional generada por el secuestro de los miembros de PROAH el 25 de julio por hombres armados de la minera Minerales Victoria1, éstos siguen en la comunidad de La Nueva Esperanza, atemorizando a la población, en pleno conocimiento de las autoridades, incluyendo el Ministro de Seguridad. Aunque policías fueron movilizados para buscar a los observadores internacionales, y la Fiscalía está investigando el caso activamente, hasta ahora no se ha hecho ningún esfuerzo para capturar a los secuestradores, que desde los principios de junio amenazan a los pobladores que no quieren vender su tierra a la minera.
 La familia donde estaban hospedados los miembros de PROAH al principio de su secuestro tuvo que huir de la comunidad por su seguridad, seguido por otro poblador el 3 de agosto, después de visitas amenazantes de los hombres armados de la minera que codiciaba su solar para sus operaciones. Miembros de la comunidad informan a PROAH que los hombres regularmente disparan sus fusiles en la noche para intimidar a los pobladores, y que dos más llegaron a la comunidad el 10 de agosto.
La escuela de la comunidad sigue cerrada por la situación de seguridad y porque el profesor se vio obligado de huir después de recibir amenazas.
 Todos estos hechos, denunciados ante las autoridades, han pasado a pesar de la existencia de una “posta policial” muy cerca de La Nueva Esperanza, en Bella Vista, impuesta sobre las comunidades en enero de 2013 por el Alcalde de Tela, David Zaccaro, sin consultarlas. En la realidad, es la casa particular de un miembro de la comunidad quien colabora con la minera, donde diez agentes policiales se han instalado. Son plenamente conscientes de la presencia de la docena de hombres armados vinculados con la minera, habiendo custodiado el 5 de junio de 2013 su entrada en la comunidad. La Fiscalía del Ministerio Público y el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH) de la zona, han constatado que estos policías no tienen libro de registro de novedades o acciones que realizan, indicando que ejercen su función sin ningún mecanismo de control.2
Antes de la llegada de los hombres armados en la comunidad, el 5 de junio, las intimidaciones de los policías instalados en la zona habían incluido amenazas de muerte al periodista Leonardo Amaya Guevara el 18 de febrero de 2013, mientras que daba cobertura a las acciones de la comunidad La Nueva Esperanza en defensa de su ambiente natural.3Sin embargo, el incidente más grave en la cual la policía de la posta estaba activamente involucrada se produjo el 3 de junio de 2013, cuando pobladores de la comunidad fueron víctimas de agresiones, amenazas a muerte, intimidación y atentados. Dos policías dispararon a las pies de los pobladores, incluso a un mayor de edad, de 79 años. Ante la denuncia y repudio de la comunidad, el 5 de junio cambiaron a todos los policías responsables. Sin embargo, fue esa noche que la comunidad observó a los nuevos policías custodiar la entrada de los hombres armados de la minera a la zona.4
Desde entonces, estas policías hacen la vista gorda a las actuaciones de los hombres armados de la minera, el secuestro de los dos miembros de PROAH siendo un ejemplo llamativo. El día antes del secuestro, los defensores habían informado a la posta policial de su llegada, identificándose como observadores de derechos humanos. Sin embargo, mientras sucedían los hechos, no se encontraban ninguno de los 10 policías en la posta.5
Manifestación enfrente del Ministerio Público de La Ceiba (9.8.2013)
Manifestación enfrente del Ministerio Público de La Ceiba (9.8.2013)
 A pesar de los atropellos que sufren, los pobladores de la Nueva Esperanza siguen firmes en su oposición a la minería en su comunidad, con el respaldo de la comunidad nacional e internacional. El 27 de julio, sólo dos días después del secuestro, se formó una caravana de 250 activistas nacionales e internacionales que visitaron a La Nueva Esperanza para mostrar su apoyo, y el 9 de agosto se dieron manifestaciones en Tela y La Ceiba, en solidaridad con la gente de La Nueva Esperanza y para protestar contra la minería en la zona. Fuera de Honduras, acciones han incluido una carta enviada al Departamento de Estado en la cual 24 confesiones religiosas y otras organizaciones estadounidenses han expresado su preocupación por la situación en La Nueva Esperanza.
PROAH | 25 agosto, 2013 a las 8:41 pm | Categorías: Artículos de PROAH | URL: http://wp.me/p1lmLM-97
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