Es necesario llamar la atención acerca de la imparable ola de asesinatos contra mujeres en la capital de la república las últimas 24 horas.
Aún más grave, la espesa capa de impunidad en crímenes contra mujeres acrecienta la sensación de impunidad e incapacidad del Estado en dar respuesta a la demanda de seguridad física que demanda la mujer y la sociedad en general.
Los medios escritos, en particular La Tribuna, destacan un hilo común en casi todos los crímenes, cometidos por hombres encapuchados que se transportan fuertemente armados en vehículos pick-up doble cabina y vidrios polarizados, a la usanza de agentes de investigación nacional.
Estos antecedentes ya han sido denunciados de manera reiterada por organismos como el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (CODEH), el Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH) t el Comité de Mujeres por la Paz "Visitación Padilla", entre otros.
Realmente nos sorprende esta increíble la ola de asesinatos contra mujeres en la capital y nos preguntamos:Qué pasa Dios mío, qué le pasa a la gente que expresa tanto odio hacia las mujeres.
No lo comprendo, no lo entiendo, no lo asimilo, solo puedo sentir repudio, enojo, malestar, condena y colaborar en denunciar estos hechos, mostrar solidaridad con quienes no quitan el dedo de la yaga en esta grave situación.
Mi solidaridad con la mujer hondureña que sufre el azote salvaje del machismo criminal e impune.
Mi solidaridad con las organizaciones de mujeres que combaten este y otros flagelos y que en su perspectiva de lucha, no generaliza en todos los hombres, que somos sus compañeros de ruta, para descalificar o permitirnos estar de su lado.
Carlos Roberto Zelaya
Miembro-Representante Honduras de Profesionales Latinoamericanos/as contra el Abuso de Poder (PLcAP)
RESEÑA DE DIARIO LA TRIBUNA (1 FEBRERO/ Mes de la "amistad y el amor", para el mundo materialista del capitalismo salvaje).
Cinco mujeres fueron ultimadas en diferentes sectores de la capital en menos de 24 horas, sin que todavía se haya capturado a ninguno de los responsables.
La primera dama que perdió la vida de forma violenta fue Yeni Waleska Laínez Valladares (32), quien residía en el cuarto callejón del barrio Morazán. Ella fue ultimada a balazos por dos individuos que supuestamente se conducían en motocicleta.
La segunda víctima mortal fue una joven cuya edad oscilaba entre 20 y 25 años, quien hasta ayer todavía no había sido identificada y que pereció en un extraño incidente con la policía en el sector de El Carrizal.
La tercera mujer que murió a balazos fue identificada como Dora Yamileth López (40), quien residía en la colonia Lomas de El Pedregal de Comayagüela.
Parientes de la ahora occisa revelaron que en la noche del lunes anterior, la joven fue sacada de su casa por cuatro sujetos que usaban pasamontañas y uniformes similares a los que utilizan los agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), y que se conducían en un carro doble cabina, blanco.
El cadáver de la fémina fue encontrado ayer en la mañana, en una calle de tierra que está cerca de la colonia El Álamo, a inmediaciones del Instituto Central Vicente Cáceres de Comayagüela.
La muerte de mujeres continuó ayer en horas de la madrugada, cuando desconocidos ultimaron a balazos a una madre y su hija.
Las víctimas fueron identificadas como Berta Lidia Cardona (48) y su hija Elvia Rosa Mendoza Cardona (30), quienes fueron atacadas mientras se encontraban en su casa, situada en el sector 5 de la colonia Villa Nueva de Tegucigalpa.
Vecinos de las ahora occisas manifestaron que ellos escucharon varias detonaciones de armas de fuego, a eso de las 3:00 de la madrugada de ayer.
--
Aún más grave, la espesa capa de impunidad en crímenes contra mujeres acrecienta la sensación de impunidad e incapacidad del Estado en dar respuesta a la demanda de seguridad física que demanda la mujer y la sociedad en general.
Los medios escritos, en particular La Tribuna, destacan un hilo común en casi todos los crímenes, cometidos por hombres encapuchados que se transportan fuertemente armados en vehículos pick-up doble cabina y vidrios polarizados, a la usanza de agentes de investigación nacional.
Estos antecedentes ya han sido denunciados de manera reiterada por organismos como el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos (CODEH), el Comité de Familiares de Detenidos-Desaparecidos en Honduras (COFADEH) t el Comité de Mujeres por la Paz "Visitación Padilla", entre otros.
Realmente nos sorprende esta increíble la ola de asesinatos contra mujeres en la capital y nos preguntamos:Qué pasa Dios mío, qué le pasa a la gente que expresa tanto odio hacia las mujeres.
No lo comprendo, no lo entiendo, no lo asimilo, solo puedo sentir repudio, enojo, malestar, condena y colaborar en denunciar estos hechos, mostrar solidaridad con quienes no quitan el dedo de la yaga en esta grave situación.
Mi solidaridad con la mujer hondureña que sufre el azote salvaje del machismo criminal e impune.
Mi solidaridad con las organizaciones de mujeres que combaten este y otros flagelos y que en su perspectiva de lucha, no generaliza en todos los hombres, que somos sus compañeros de ruta, para descalificar o permitirnos estar de su lado.
Carlos Roberto Zelaya
Miembro-Representante Honduras de Profesionales Latinoamericanos/as contra el Abuso de Poder (PLcAP)
RESEÑA DE DIARIO LA TRIBUNA (1 FEBRERO/ Mes de la "amistad y el amor", para el mundo materialista del capitalismo salvaje).
Cinco mujeres fueron ultimadas en diferentes sectores de la capital en menos de 24 horas, sin que todavía se haya capturado a ninguno de los responsables.
La primera dama que perdió la vida de forma violenta fue Yeni Waleska Laínez Valladares (32), quien residía en el cuarto callejón del barrio Morazán. Ella fue ultimada a balazos por dos individuos que supuestamente se conducían en motocicleta.
La segunda víctima mortal fue una joven cuya edad oscilaba entre 20 y 25 años, quien hasta ayer todavía no había sido identificada y que pereció en un extraño incidente con la policía en el sector de El Carrizal.
La tercera mujer que murió a balazos fue identificada como Dora Yamileth López (40), quien residía en la colonia Lomas de El Pedregal de Comayagüela.
Parientes de la ahora occisa revelaron que en la noche del lunes anterior, la joven fue sacada de su casa por cuatro sujetos que usaban pasamontañas y uniformes similares a los que utilizan los agentes de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (DNIC), y que se conducían en un carro doble cabina, blanco.
El cadáver de la fémina fue encontrado ayer en la mañana, en una calle de tierra que está cerca de la colonia El Álamo, a inmediaciones del Instituto Central Vicente Cáceres de Comayagüela.
La muerte de mujeres continuó ayer en horas de la madrugada, cuando desconocidos ultimaron a balazos a una madre y su hija.
Las víctimas fueron identificadas como Berta Lidia Cardona (48) y su hija Elvia Rosa Mendoza Cardona (30), quienes fueron atacadas mientras se encontraban en su casa, situada en el sector 5 de la colonia Villa Nueva de Tegucigalpa.
Vecinos de las ahora occisas manifestaron que ellos escucharon varias detonaciones de armas de fuego, a eso de las 3:00 de la madrugada de ayer.
--
No hay comentarios :
Publicar un comentario