miércoles, 30 de noviembre de 2011

COMO EL CANGREJO, CON MILITARES


  Por  Alejandro Casco Sierra

Después que los militares se ensuciaron las manos de sangre con el golpe de Estado último, es un insulto verlos patrullando las calles, dizque para dar seguridad a la ciudadanía, para suplantar a la policía corrupta y asesina.
  Con la hoja de vida del cuerpo castrense, que únicamente ha estado al servicio de unas cuantas familias de la oligarquía parasitaria, no es nada grato ver a los uniformados por las calles, como si lo realizado en el pasado a los familiares se les haya olividado los crímenes de sus víctimas.
  Se necesita ser un provocador o un sádico de lo peor en encomendar la seguridad de un pueblo, que ha sido humillado, ultrajado y asesinado, por sujetos que podrán encomendarle cualquier tropelía, pero menos proteger a la ciudadanía.
 Habrá que recordarles a estos falsos mesías,lo que hicieron en los golpes ejecutados en el pasado, todavía tengo grabado en mi mente, siendo un adolescente, como en las proximidades del puente Guacerique, en Comayagüela, estaban las patrullas destruidas con policías masacrados en su interior, a causa del cuartelazo de 1963, al mando del entonces coronel Oswaldo López Arellano.
  De igual manera, los otros golpes de Estado y precisamente , el más calientito, hace  dos años, cuando en sus intervenciones lo único que han llevado es dolor y lagrimas hacia el pueblo hondureño.Muchos de nuestros compatriotas por los mílites no están con nosotros.
 Si no tuvieramos militares en Honduras, viviríamos un ambiente de alegría, ahí cerquita tenemos  Costa Rica, no necesita de uniformados y destaca en primera línea en educación y con un ingreso per cápita justo.
  Tanto Pepe Lobo, como representante del Ejecutivo, y su pupilo en el Congreso Nacional, Juan Orlando Hernández, abusan del poder que ostentan, porque están retrocediendo como el cangrejo en la gobernanza.
 Para el caso, a nivel latinoamericano, a los militares no se les quiere ver ni en pintura, por la corrupción y violación de los derechos humanos que implantaron en sus administraciones, en cambio, aca en Honduras se les premia en todo.
 En la Constitución de la República están establecidas las funciones de los militares, si fueran respetuosos del pensar ciudadano, por qué no consultan en un referéndum si el pueblo está de acuerdo o no en ver a soldados patrullando calles o deambulando en barrios y colonias.
  De ninguna manera es justificable traer de nuevo a los militares a la palestra pública, en el caso de la policía, si bien está involucrada con el crimen organizado, el problema se resolvería con una intervención transparente.
Este gobierno, surgido de un golpe de Estado, con elecciones cuestionadas sin observadores internacionales, desde sus inicios cometió desafueros, ahí tenemos el trabajo a medio tiempo, un fiazco total,las ciudades modelos, y su intento por privatizar la educación pública.
Hasta donde nos quieren conducir los asaltantes del Estado, no crean que al pueblo se le engaña,  con sus zanganadas están pullando al pueblo con vara corta, en las elecciones del 2013 tendrán su merecido, esa será la vendicta pública y de la que no escaparán, ante tanto abuso.
 

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